El presidente del Parlament, Roger Torrent, desconvocó ayer el pleno de investidura de Jordi Sànchez previsto para hoy, tras conocer que el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena denegó al candidato su salida de prisión. En un comunicado, Torrent lamenta la "vulneración de derechos" por parte del Tribunal, y defiende que debería haber permitido a Sànchez estar en la Cámara en virtud de la resolución del Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas. También anunció para hoy una reunión extraordinaria de la Mesa del Parlament para "dar respuesta" a la decisión del Supremo. Torrent aseguró que no se resignarán a "una situación injusta" por lo que propondrá a la Mesa presentar una querella contra el juez Llarena.
Por otra parte, fiscales españoles y alemanes mantuvieron ayer una reunión en La Haya en la que los primeros entregaron a los segundos pruebas para justificar que se impute el delito de rebelión al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Los fiscales alemanes, que ya defendieron ante la Audiencia de Schleswig-Holstein el delito de rebelión, se comprometieron a intentar convencer a los jueces alemanes de que reconsideren su decisión de entregar a Puigdemont sólo por malversación. En concreto, los fiscales españoles entregaron a sus homólogos alemanes vídeos de acciones violentas e informes policiales que tratan de demostrar la existencia de violencia.