Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (20/06/2018)

En RNE, el líder de Cs, Albert Rivera ha dicho: "El señor Sánchez presentó su moción de censura hace un mes, pero todavía no ha explicado su plan de gobierno. La mayoría de los españoles quiere elecciones". "El PSOE no quiere emprender ninguna de las grandes reformas de España; ayer votaron en contra de nuestra Ley Contra La Precariedad". "El señor Sánchez se ha atrincherado en La Moncloa, engañando a muchos españoles que querían sacar a Rajoy para ir a elecciones, no para hacer un gobierno con nacionalistas y populistas". "El señor Sánchez no puede gobernar, ni legislar ni tampoco tiene un proyecto de país; su único objetivo era llegar a La Moncloa". "Me temo que hay un conflicto interno en el PSOE: el señor Iceta quiere un cuponazo para Cataluña, Susana Díaz otra cosa en Andalucía, y el señor Sánchez no se puede poner de acuerdo ni con su partido". "Lo único que sabemos del señor Sánchez es que quiere subir los impuestos, y Cs no va a apoyar a nadie que pretenda hacer eso; la clase media trabajadora debe tener un aire tras la crisis". "El gobierno del señor Sánchez es solo anuncios, como la idea feliz de eliminar los peajes de las autopistas; sin embargo, no explican en el Congreso qué impuestos subirán para hacerlo".

En la SER, el coordinador general del PP, Fernando Martínez Maillo, asegura que “hay igualdad de condiciones para todos los candidatos” y no cree que María Dolores de Cospedal parta como favorita pese a haber mantenido más contacto con los militantes, que deben elegir al sustituto de Rajoy, por su cargo de secretaria general del partido.

Martínez-Maillo ha dicho que las últimas informaciones sobre el máster de Pablo Casado “no acaban con su candidatura” porque "en todo caso es una víctima de la Universidad Rey Juan Carlos" y cree que el exministro Íñigo de la Serna, que ha convocado esta mañana a la prensa, “no se va a presentar”. El coordinador general del PP no es partidario de que haya un debate entre los candidatos “si es solo espectáculo político” porque “las ideas ya se debatieron en el último congreso”. Espera una campaña limpia, “tiene que haber fair play”, y cree que, con seis candidaturas “es muy difícil que solo haya una primera vuelta” en la elección. “Hay dos vueltas: en la primera votarán los afiliados y en la segunda los compromisarios. Vamos a hacer una campaña ejemplar”.

En Onda Cero, el candidato a presidente del PP José Manuel García Margallo destacaba: “Preciso que, más que candidato a presidir el PP, soy candidato a presidir España. Porque para presentarse [a la Sucesión de Rajoy] hace falta un proyecto de país". "Hay que reformar la Constitución (da tiempo) y muchas otras cosas en este país, como los ingresos y gastos públicos y la burocracia, no somos un país competitivo en muchas cosas. En un año le podemos dar la vuelta a la situación". "El PSOE ha reprochado al PP (con razón) que no hayamos llevado a cabo la reforma de la financiación CC.AA. (que debía haberse hecho en 2014). Por eso me sorprende que Sánchez ahora haya renunciado a ella esta legislatura".

"Rajoy se quejaba de que todo el mundo le pedía reformar la Constitución pero nadie le decía cómo ni qué reformar exactamente. A los 6 meses yo, que fui constituyente en 1977, le entregué [detallada] mi reforma constitucional". "Muchos militantes y votantes se han desengañado porque ya no quieren ser sólo espectadores de la función, quieren también participar en ella".

En la SER, Pepa Bueno comentaba: “A las 9:00, Mariano Rajoy se incorpora a su puesto de trabajo como registrador de la propiedad en Santa Pola, en Alicante, y a esa misma hora Pedro Sánchez se somete a la primera sesión de control al Gobierno en el Congreso desde que es presidente. Habrá pocos momentos que mejor retraten en paralelo la vuelta como un calcetín que se ha dado la política española en pocos días. Y sin grandes dramatismos ni sobresaltos, simplemente, activando un mecanismo que está en la Constitución. Rajoy vuelve al tajo y su partido busca cómo reconstruirse. Con seis candidatos, de momento, aunque lo más relevante es que entre ellos están las dos mujeres que más poder han tenido en el PP, después de Rajoy, en los últimos diez años. Ya ven, el presente de España sigue escribiéndose en femenino. Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, cara a cara, defendiendo: una, las esencias ideológicas del partido; y la otra, la gestión de gobierno. Una polarización que han vivido ya otras formaciones en nuestro país pero que en el PP produce pánico”.

En la SER, José María Izquierdo destacaba: “Los dos gallegos más ilustres del PP le han hecho un buen roto a su partido. Rajoy lo deja de aquella manera, y Núñez Feijoo, el deseado, ha huido de la responsabilidad a la carrera, sin que todavía sepamos las razones reales de la estampida. Así que parece que tenemos ante nosotros, desechados de momento otros aspirantes, por venerables o pimpollos enredados en dudosos títulos, la disyuntiva siguiente en la proclamada renovación del PP: o Dolores Cospedal o Soraya Sáenz de Santamaría. Patética e irrisoria mudanza, obedientes apéndices ambas del presidente no dimitido, sino echado. Del despido en diferido de Bárcenas o los martillazos a los ordenadores de la primera, la que manejaba el partido, a la vicepresidenta artífice de la desastrosa maniobra de subarrendar a la justicia la acción política frente al desafío independentista de Puigdemont y los suyos. Hablen ustedes de renovación, que al Ojo le da la risa”.

Carlos Alsina comentaba: "Hablan todos de integración y de respeto a los competidores. Pero eluden —por ahora— explicarle con claridad a la militancia qué diferencia habrá entre un partido dirigido por Cospedal, y uno dirigido por Santamaría, o por Casado, o por Margallo. Es verdad que el PP no tiene experiencia alguna en una competición real entre candidatos que comparten carné pero que no están de acuerdo en todo. El suyo es un partido que ha crecido en la cultura de la disciplina y el cierre de filas. Un partido en el que la discrepancia se sofocaba como disidencia, en el que todos sus líderes repitieron la salmodia de que nada castigan más los electores que la división interna. Un partido que desdeñó las primarias que hacían los demás".

En la COPE, Joaquín Leguina comentaba: “No conozco al PP. Creo que hacen bien en hacer una preselección porque -voy a decir una barbaridad que se me caerá encima- los militantes de los partidos se parecen a los votantes de esos mismos partidos como un huevo a una castaña”.

Bieito Rubido afirmaba: “Estoy de acuerdo con Joaquín. La mejor demostración fue en Francia, donde en las primarias del Partido Socialista francés votaron a un radical llamado Hamon que después, en las presidenciales, quedó el séptimo. Que acierten los militantes porque después se pueden equivocar. En el PSOE pasó algo parecido porque el señor Sánchez está en La Moncloa pero los españoles no lo votaron apenas nada”.

Antonio Sanjosé destacaba que “es bueno que el PP haya abandonado el dedazo que ejerció Fraga en su día, también Aznar, y que ahora Rajoy haya querido dar la voz a los militantes, que haya una carrera por la Presidencia del partido, que se presenten propuestas. Yo no creo que haya cuchillos largos. Habrá una refriega en esa campaña antes de que se designe a la presidencia y después toca cerrar filas y rearmar el partido, que es lo que le hace falta ahora al PP”.