Radio y tele
Ayer, el candidato del PSOE a las elecciones generales del 10 de noviembre, Pedro Sánchez, confesó en una entrevista que "no dormiría tranquilo por las noches" si fuera presidente con ministros de Podemos. "Yo hoy podría ser presidente del Gobierno si hubiera aceptado las imposiciones del señor Iglesias", aseguró también.
Y hoy se conmemora el 500 aniversario del inicio de la primera vuelta al mundo protagonizada por España.
En Antena 3, el líder comunista (de Podemos) Pablo Iglesias ha respondido a Pedro Sánchez: "Pedro Sánchez quiere todo el poder para dormir bien". “Cuando dijo que no podía dormir por las noches faltó el respeto a mucha gente”. “Cuando se negocia no se amenaza y si haces una oferta de Gobierno no son dos días”. "Hay un error grave que cometí y es creer en la palabra dePedro Sánchez, que por desgracia me mintió”.
“Quien está bloqueando esta situación es Pedro Sánchez". "Pedro Sánchez me mintió". “Sabemos que si el PSOE puede elegir, siempre elige a la derecha".
“Si entramos en el Gobierno, los recortes se harán por arriba, no por abajo”.
Pablo Iglesias también ha dado por hecho que Íñigo Errejón llegará a la política estatal: "La política autonómica no le ha interesado nunca".
En la COPE, Nicolás Redondo señalaba: “No cabe ninguna duda de que la vuelta al mundo fue una iniciativa y un impulso de lo que hoy conocemos como España”. “Instituciones españolas, historiadores con un prestigio sorprendentemente adquirido trasladan esto, que es patrimonio de nuestra historia para bien, a una cuestión en la que participa Portugal, que siempre estuvo en contra, o de Occidente”. “Sí mire usted, es de Occidente, del hombre blanco, de todo lo que quieran ustedes pero el protagonista, el que le dio impulso, el que tuvo la iniciativa y la capacidad fue este país que se llama España”. “Esto hay que recordarlo porque muchos lo olvidan e incluso lo menoscaban”. “De vez en cuando hay que decir que hemos sido importantes. El descubrimiento de América, la vuelta al mundo, la construcción de aquel gran imperio, con la imprenta Guttenberg y los descubrimientos científicos, cambiaron el mundo”. “Y de algunas fuimos protagonistas absolutos los españoles”. “Sintámonos orgullosos”.
David Gistau opinaba: “El mundo ya había cambiado con la llegada a América, que es una expedición que tiene algo en común con esta de Magallanes, que es un genovés que no encuentra comprensión en ninguna corte y termina encontrándola justamente en España”. “La expedición de Magallanes solo es comparable ahora con la más alucinante aventura sideral porque recordemos que Magallanes y Elcano se hacen a la mar, que tiene dudas” sobre si la tierra es plana.
En Onda Cero, Carlos Alsina explicaba: “¿Qué experiencia de gestión tenía un ciudadano llamado Pedro Sánchez cuando llegó a la Moncloa hace dieciséis meses? ¿Había sido presidente autonómico, ministro, rector de alguna universidad? No. Había sido diputado, había sido concejal, había hecho una tesis doctoral. Su experiencia de gestión como gobernante era ninguna. Y no ha sido obstáculo para que llegue a presidente".
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"Resumen de la entrevista: que el presidente que ofreció un trozo del gobierno de España a Podemos creyendo que así amarraba su investidura declara que no dormiría tranquilo si Podemos hubiera formado parte del gobierno de España. O sea, la esencia misma de lo que es Sánchez. Lo que hoy vendo como la mejor solución para el país mañana a mí mismo me horroriza. Con razón vivimos una etapa de inestabilidad. Ayudaría a combatirla que el presidente empezara por estabilizar su propio discurso".
En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “Pedro Sánchez confiesa a Ferreras con solemnidad que no hubiera podido dormir tranquilo a la vera de Iglesias. ¿Estamos hablando de un Gobierno de coalición o del picahielos de Instinto básico?
Lo más grave de la entrevista sin frenos en La Sexta estriba en que sostiene que le han usurpado la victoria electoral. Últimamente he estado un poco desconectado, pero ¿cuándo se ha producido el golpe de Estado? ¿O es que Redondo le ha usurpado al PSOE la investidura?
Y descarta un pacto con Podemos después del 10 N. ¿Es una táctica electoral para coronarse en el centro? ¿Con quién piensa pactar entonces? ¿O es que habrá otras elecciones después de las elecciones?”.
En la SER, José María Izquierdo afirmaba: “Quedan varias semanas para empezar a hacer conjeturas sobre los movimientos de los partidos de cara al 10 de noviembre. Entre otras cosas, faltan los anhelados sondeos que harán las propias formaciones y todas las empresas de demoscopia, datos fundamentales para que los gurús de los partidos muevan hacia un lado u otro la aguja de marear.
Pero este Ojo, tan vetusto, recomendaría un poco de paciencia a los jóvenes comentaristas, ávidos de novedades y que al final siempre confunden lo último con lo importante. Ocurre que el pimpollo Pablo Casado no adquiere un perfil más moderado por comer con Mariano Rajoy. No compremos esas bobadas, y fijémonos más en los hechos que en lo que dicen sus gabinetes de prensa.
¿Qué hace Casado en realidad? Pues desde apretar sus pactos con la vergonzante ultraderecha de Vox, y tragarse todos sus sapos, hasta regodearse con la portavocía de Cayetana Álvarez de Toledo, el mismo juego que ya hizo Rajoy con Rafael Hernando, aquel zafio profesional de la provocación. Chilla tú, que yo soy un moderado. Lo sentimos: no cuela”.
En la SER, José Luis Sastre destacaba: “Ha escrito Pilar Santos en El Periódico que en Génova se alarmaron cuando les llegó un estudio. Pusieron a gente a ver imágenes de políticos pero les quitaron la voz de la tele. Y sólo al verlo, la impresión era muy mala cuando aparecía Pablo Casado. Caía mal. Decidieron moderar al líder, rebajar su agresividad. Nuevo rol. Barba. Bajar el volumen.
Ahora que ha llegado la campaña, Casado ha subido la voz pero no el volumen y explora un perfil institucional, que le distinga del tono de Rivera. Casado sabe que esto va de si se refuerza el bipartidismo.
Advirtió Casado de que "las elecciones las carga el diablo". Hay en esa frase algo de prevención contra lo desconocido, como si además de los electores fuera a votar el azar. Será como echar los dados y ni las encuestas aclaran mucho. Da la sensación de que han vuelto a barajar y cada uno elige con qué carta quedarse. Por ejemplo, ahora se reparten las cartas de las palabras.
Para esta partida, Albert Rivera se pide moderación, que es la palabra del momento. Moderación y centro. Pedro Sánchez trabaja también con ese léxico, lo mismo que Casado, que cita ese concepto. Pero arriesga más en esta mano. Sube la apuesta. Habla, incluso, de políticas progresistas.
Progresista, nada menos. Resultó que tuvo más impacto en Casado lo que le dijeron aquellos a los que bajaron el volumen. Aquellos que no le oyeron. Como metáfora, no está mal. La política tiene estas cosas, que juegan a las cartas con las palabras pero a la gente no le hace falta escuchar lo que dicen para saber quiénes son".
En la COPE, Antonio San José comentaba: “Entonces para qué les ofreció (Sánchez, a los de Podemos) nada menos que una vicepresidencia y tres ministerios. ¿Qué eran, de menor cuantía? ¿Sanidad es de menor cuantía? Y luego esto de que no tienen experiencia en la vida pública: oiga y usted qué experiencia tenía cuando llegó a la presidencia del Gobierno, y tanta gente que han sido ministros de este país y que llegaron sin experiencia previa de gestión en la Administración pública. Es un poco un arrepentimiento tardío”.
En Onda Cero, Fernando Ónega opinaba: “Sólo puedo responder con impresiones personales. La primera dice, como siempre, que el Constitucional está tardando demasiado en dictar sentencia sobre el recurso contra la prisión permanente revisable; pero, en lo que alcanza mi memoria, no recuerdo ningún tipo de presión para que la acelere.
La segunda es que el debate apasionado que suscitó cuando se incorporó al Código Penal ha desaparecido. No está ni en los medios informativos ni en los discursos políticos y dudo que vaya a estar en la campaña electoral.
Como tú me planteas, Alsina, parece que ha dejado de estar cuestionada por los legisladores. Y la tercera es que la sociedad asumió esa pena. Ya no se entiende como una inconstitucional cadena perpetua. Y no solo la asumió, sino que pide su aplicación en delitos como el del asesinato del niño Gabriel Cruz. Sospecho que ningún partido político querrá llevarle la contraria a un estado de opinión tan generalizado. Y es que, en muchos casos, el delito o la proliferación de delitos hacen la pena. Fuerzan a su endurecimiento o hacen que se justifiquen las penas más duras, y la prisión permanente revisable es lo más duro que se puede sentenciar en este momento.
El caso de Ana Julia es, clarísimamente, uno de ellos, porque ha sido uno de los más crueles que hemos visto. Ignoro si el no apreciar ensañamiento actúa en contra, pero está reconocida la alevosía. Creo que cualquier condena menor produciría decepción en la sociedad”.