Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (25/07/2019)

En RNE, Ione Belarra, portavoz adjunta de Podemos en el Congreso, ha dicho: “El problema es que el PSOE nos ha dicho que no a todo". "No han querido que tengamos ninguna competencia relevante". De hecho, ha confirmado que es cierto que el PSOE
 les negó el Ministerio de Trabajo porque "son incómodos" para la CEOE. "El panorama en septiembre es más complicado, pero no imposible. Si ahora no ha salido, por nosotras no va a quedar en el futuro”.

En la SER, la vicepresidenta del Gobierno del PSOE, Carmen Calvo, ha afirmado: "He negociado muchas veces y para ir a una negociación tienes que tener un principio de realidad sobre ti, saber en qué terreno te mueves, y creo que esto ha fallado en Podemos". "Nos han pedido el Gobierno, literalmente nos han pedido el Gobierno, ¿qué le quedaría al PSOE?". "Todos los ingresos, más de la mitad del gasto... hemos llegado a una situación carente de realismo". "No les ha interesado en ningún momento que hubiera un documento con un programa para negociar". "Creo que ellos estaban en su posición inicial: que su líder estuviera en el gobierno".

En Onda Cero, Fernando Ónega comentaba: “Las dos cosas. El PSOE se ha quedado corto, si es cierto que ofrece una vicepresidencia sin mando, una Sanidad transferida, la política de vivienda pero sin poder para regular el alquiler o los desahucios y competencias en Igualdad, que sería quizá lo más sugestivo.

Pero no deja a Podemos meter cuchara en Trabajo, donde están las pensiones; ni en Hacienda, donde están los impuestos, ni en transición ecológica, donde está el cambio climático. Y algo peor que esto: la prevención que expresó gráficamente Susana Díaz: "no puede haber dos gobiernos en uno". Ese es el fondo del desacuerdo: la desconfianza, el miedo socialista a que los ministros de Podemos reporten a Pablo Iglesias antes que a Pedro Sánchez, el pánico a dos disciplinas en el Consejo de Ministros.

Y algo peor: el temor paralizante a que Podemos se quede con la imagen más progresista del gabinete. Esos prejuicios lo condicionaron todo, y la evidencia que queda es que ni uno ni otro tienen claro en qué consiste una coalición de gobierno. La entienden exclusivamente como un reparto de sillones. Porque esa es otra, señores. hasta donde sabemos, no se negoció ningún programa. Hasta donde sabemos, no se buscó a las personas más idóneas para cada ministerio, cualquiera que fuese su color. Todo se quedó en un reparto de sillas. Solo salva el juicio del fracaso que a Sánchez le honra no querer ser presidente pagando cualquier precio, y a Iglesias le honra no aceptar cualquier cosa con tal de tocar poder”.

En Onda Cero, Carlos Alsina opinaba: “Es verdad que en Podemos (y en el PSOE) tienen el comodín de septiembre: pelillos a la mar de esto de ahora y nos vamos a ver al rey a decirle que te proponga de nuevo, Pedro. Pero si hoy naufraga el candidato, el siguiente movimiento de ficha le corresponde precisamente al rey, que podría tener la impresión de que le están vacilando. De que a él también le están vacilando.

Desde la tarde de ayer, los equipos negociadores (igual hay que dejar de decir los negociadores para decir los negociantes) están sólo en desacreditar al de enfrente. En twitter apareció un hashtag, PedroNoQuiere. O dos: PedroNoSeAtreve. En los medios apareció luego un papelito con el organigrama de gobierno que exigía Podemos, cinco ministerios con un montón de cosas dependiendo de una vicepresidencia galapagueña. Lo difundió el PSOE para atribuir a Iglesias una ambición sin límites. La semana pasada el escollo era que aspiraba a ser vicepresidente, ésta semana el escollo es que sigue queriendo una vicepresidencia potente, para Irene. Podemos respondió filtrando el documento que le pasó el PSOE, mucho nombre para cargos rimbombantes y poca autonomía de gestión, que es a lo que aspiran los morados. Un gobierno de Sánchez con un subgobierno de la subcomandante Irene Montero. Es verdad que Sánchez no quiere eso. Sánchez lo que quiere es convertir Galapagar en un desierto. Pero su arma de jibarización masiva es de doble filo. Una vez que pones las urnas, la gente vota lo que quiere. Un día eres el rey del mambo y al día siguiente te ven como un insolvente. Nunca se sabe. Por eso Rufián le ha cogido miedo a las urnas. Y por eso Sánchez dejó sin responder la pregunta rufiánica. (...)

"Una maldad circula por los despachos: ¿cuál es la prueba de que Sánchez no quiere llegar a un acuerdo con Podemos? Que encargó la negociación a Carmen Calvo".

En la COPE, Salvador Sostres, preguntaba: “Quién va a querer a un loco en su Gobierno: nadie. Quién va a querer a la mujer del loco en el Gobierno con el loco desde fuera molestando en el Gobierno: nadie. Pedro Sánchez será del PSOE y me parece muy bien pero no quiere, por mucho que haya una proximidad teórica, ideológica, entre Podemos y el PSOE, no quiere a un loco y a un tío cuya única misión en su vida es destruir al PSOE, ni en el Gobierno ni cerca. Con lo cual, se va a inventar cualquier excusa para ir a elecciones”.

Fernando Jáuregui apuntaba: “Es un día histórico, de lo cinco o seis días históricos que ha habido desde la muerta de Franco. Es un día histórico en el que no sabemos qué va a ocurrir, estamos ante una incertidumbre absoluta". "Creyendo que Sánchez no quiere bajo ningún concepto caer en el lío en el que él mismo se ha metido, él mismo dijo descalificó a Iglesias y este dijo me voy, y ahora no quiero a Ceaucescu y pongo su señora”. “Pero si Pablo Iglesias hoy da otro golpe de los suyos y dice que aceptamos esos tres ministerios de m y la vicepresidencia es, todo con tal de evitar las elecciones, de pronto se va a convertir en un estadista porque todo el mundo ahora quiere que se consume un Gobierno donde Podemos tenga poco en juego”.

José María Fidalgo decía: “No sé lo que va a ocurrir”. “Creo que a Sánchez hay que investirle a la fuerza. Después de pedir a los de la oposición de derechas que sean buenos y que le dejen, después de pedir a Pablo que sea bueno y no le torture porque le metió el otro día un tercer grado que le hizo la autopsia de la socialdemocracia, de por qué estaban ellos allí”, “creo que la única manera es que se presten allí y que tenga un torrente de votos absolutamente inesperado y que luego haga lo que quiera. Porque creo que el que tendría que permitir o favorecer la investidura sería Pablo Casado”. “Y luego la presentación del Gobierno que hiciera el presidente no sé si da más miedo ver que no hay parto o ver la cara del neonato”. “Yo personalmente creo que no hay posibilidad de un Consejo de Ministros en el que esté Podemos pero no solo por lo que dicen ellos sino porque creo que no quiere el PSOE hacerse una foto con estos chicos como ministros”. “España necesita un Gobierno”.

Pilar García de la Granja señalaba: “A mí me parece asombroso que en este momento nadie puede asegurar lo que va a pasar dentro de tres horas”, “teniendo en cuenta que hay un señor  que va a ver al Rey y que le dice yo acepto el encargo de formar Gobierno. Por tanto yo entiendo que este señor que acepta la petición del Rey para formar Gobierno tiene una coalición o al menos posibilidades de una coalición. Pero es que en este minuto nadie sabe si va a haber investidura o no, qué tipo de investidura va a haber, qué tipo de acuerdo en caso de que lo haya va a haber con un partido que no le da la mayoría absoluta en el Congreso al presidente del Gobierno. Es decir, que cada ley va a tener que ser negociada con otros partidos”. “Esto es todo memorable por un despropósito”.