Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (28/10/2019)

Tras la manifestación de ayer en las calles de Barcelona, Fernando Sánchez Costa, portavoz de Sociedad Civil Catalana, ha afirmado en RNE que no cree que el clamor popular llegue a la cúpula independentista, ya que "están absolutamente obsesionados por llevar a cabo su programa de ruptura" por lo que piden a Torra que, "inmediatamente" convoque elecciones. Sánchez Costa ha resaltado el papel de los tres partidos políticos, Ciudadanos, Partido Popular y PSC, que acudieron ayer a la manifestación, afirmando que supieron "dejar de lado sus diferencias", sin embargo, no ha querido explicar las razones de la ausencia de Vox.

En Onda Cero, Fernando Ónega señalaba: “El primero, la falta de unidad constitucionalista. Al PSC le da urticaria hacerse una foto con el Partido Popular. El PP tampoco quiere una foto con Ciudadanos porque compiten por el mismo electorado. Y Vox, ya ves: ayer no fue invitado a la manifestación.

Faltaba Sociedad Civil Catalana, con voluntad de aglutinar lo más posible por encima de las diferencias entre partidos. Y aún así, Iceta fue abucheado al llegar a la manifestación y hoy no veréis una foto donde se vea juntos a todos los líderes constitucionalistas.

El segundo motivo teórico es el miedo; miedo a las comparaciones; miedo a hacer el ridículo o mostrar escaso seguimiento popular frente a las grandes movilizaciones indepes; y miedo a ser señalado como españolista en una sociedad donde los jóvenes son marginados de acuerdo con los principios totalitarios del independentismo.

El tercero, que el constitucionalismo, por su propia naturaleza, no tiene mística de protesta. La protesta es de quienes quieren cambiar el sistema, no de quienes son leales con él. Hace falta una grave y visible amenaza a la convivencia para que el constitucionalismo se lance a la calle.

Y el cuarto, lo que dijo una asistente a la manifestación de ayer: "se nos acaban los complejos". Y son, añado yo, complejos de todo tipo: de ser una minoría, de ser maquetos, de nadar contra corriente. Si eso se supera, se empezará a oír a la "otra Cataluña". Y tiene mucho que decir”.

En Onda Cero, Carlos Alsina opinaba: “La mayoría de los medios subraya que el llamado bloque de derechas sumaría más escaños que el de izquierdas, pero es una forma engañosa de ver el nuevo Parlamento. Porque en el bloque de izquierdas hay que sumar a Esquerra Republicana y sus 17 escaños, que nunca contribuirían a investir un presidente conservador pero sí arrimarían el hombro para investir a Sánchez. Con Esquerra Republicana el bloque de izquierda le saca quince diputados al de derechas.

No se aprecia en los sondeos efecto Franco, al menos de momento, y sigue pesando como asunto principal Cataluña.

En Barcelona, ayer, el clamor de casi cien mil personas (cuatrocientas mil según los convocantes) en contra del procés y en favor de la concordia. Frente al lema independentista las calles siempre serán nuestras, este otro lema que dice las calles siempre serán de todos.

Y la única ocasión de ver juntos, respaldando una misma pancarta, a Pablo Casado, al ministro Ábalos y a Albert Rivera”.

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “¿Por qué iba a ser tan multitudinaria la mani de ayer como las oficialistas si el constitucionalismo no es una religión ni dispone de los medios burocráticos, organizativos y logísticos del soberanismo?

Valor cuantitativo no, pero ¿no tiene mucho valor cualitativo que PSC, PP y Ciudadanos sujetaran la misma pancarta?

¿Y por qué iba a estar Vox, si Vox es otro partido nacionalista y muy poco constitucionalista?

¿No os parece un gran acierto del soberanismo catalán el fichaje de Otegi? Puede enseñar mucho de kale borroka, de conflictos, de química. Tv3 le hizo una entrevista homenaje el viernes para hablar del franquismo y del estado opresor.

¿Advertís alguna connotación política, yo creo que no, en que la sentencia de los ERE trascienda después de las elecciones? Tendría gracia que se anunciara el 11 de noviembre.

¿Qué sentido tiene celebrar la muerte de Al Baghdadi, como ha hecho Trump, llamándole perro, para luego seguir apoyando a Arabia Saudí y las satrapías que divulgan la yihad?

Querido profesor, ¿el peronismo ha vuelto a Argentina o más bien nunca ha terminado de marcharse?”.

En la COPE, Pilar García de la Granja apuntaba: “La manifestación de ayer era imprescindible, ha sido una demostración de que hay unionistas o constitucionalistas en Cataluña y que los más constitucionalistas no están solos. Es el gran titular”. “Lo de ayer era imprescindible, sobre todo después de la sentencia y de los diez días que llevamos de bronca en las calles catalanas. Y sobre el PSC, vamos a ver: porque efectivamente todos los huevos los está poniendo en la cesta del PSC Sánchez y yo no lo tengo tan claro”.

David Gistau añadía: “Eso ya lo supimos con la otra manifestación parecida a esta que hubo hace un par de años, esa existencia de un catalán que rompía el retrato robot creado por el independentismo según el cual todo catalán era por definición un independentista. Lo que pasa es que me quedo con el fracaso posterior de la manifestación de hace dos años. Me refiero: en ese momento fue muy importante”, “pero es que luego se vio traicionado todo eso. Y aquel impulso que dio también origen a las banderas en los balcones y esas cosas se fastidió en cuanto Sánchez decidió en la moción de censura que le convenía salir de esa manifestación, del efecto posterior, y no sirvió para nada”. “Y tengo la misma impresión: no es lo bastante vertebral todo lo que se haga a partir de esta manifestación porque el PSOE lo va a volver a traicionar”.

En la COPE, Mikel Jiménez destacaba: “El titular es que todos nuestros compañeros de profesión podían cubrir la manifestación sin cascos, sin tener que esconderse, sin pedradas, no se rompió nada, quedó todo muy limpio después y parte de los manifestantes fuimos a aplaudir a la jefatura superior de policía, sita en la Vía Laietana de Barcelona, a esos funcionarios del coraje y de la bondad que se llaman policías. Y hubo mucha gente y también hubo ciertos intentos por parte de algún partido de cuyo nombre no quiero acordarme de quererse apoderar del asunto, intentos que fueron cortados de manera expeditiva porque lo de ayer no iba de partidos, iba de democracia, de Constitución y de España”.

En la SER, José Luis Sastre destacaba: “De España sabemos lo que ocurre en las calles de Barcelona. En realidad, en unas calles concretas, porque en Barcelona hay mucha calle y en la mayoría la vida pasa con normalidad. El debate público va de Cataluña a Franco y atiende con dificultad a los datos económicos: la última EPA advertía de nuestros problemas para crear empleo, pero se publicó el día en que exhumaron a Franco.

Los candidatos se esfuerzan en hablar de otras cosas. Los medios, mejor o peor, tratan de abrir huecos. Pero todo queda eclipsado: ahí están de nuevo las banderas, de vuelta en los balcones. Si esta fuera una campaña normal, este sería el primer lunes de campaña. Hoy tocaría debate, incluso, entre candidatos, y todos los esfuerzos serían para el bucle.

¿Qué sabemos de España? Noticias de estos últimos días: ha crecido la pobreza en Cataluña, la desigualdad en España, también. Lo contó aquí Javier Ruiz: ahora hay más ricos que son muy ricos. ¿De qué España hablamos cuando hablamos de España? En Bruselas lo saben: piden un recorte al que llegue de 6.000 millones y ese recorte no se hace de banderas, aunque, de momento, baste con las banderas para tapar la cifra”.

En la SER, José Maria Izquierdo afirmaba: “Claro que hay que darle el valor debido a la manifestación de ayer de la Cataluña constitucionalista en Barcelona. No es ninguna broma tener el valor de dar la cara cuando los violentos del lado contrario han sembrado el terror durante los últimos días. ¿Hubo desunión? Más bien la desvergüenza habitual de la derecha buscando miserables réditos electorales.

La marcha fue, es obvio, multitudinaria, por lo que resulta bastante estúpido, al igual que en otras manifestaciones contrarias de los últimos días caer en la inútil guerra de cifras. Lo que muestran unas y otras tomas de la calle es que en Cataluña hay dos bloques millonarios de personas con ideas contrapuestas sobre su futuro. Todo el mundo lo sabe y cada día que pasa, cada manifestación que invade calles y plazas vuelve a refrendarlo.

Pero el transcurso de los siglos llegó a darnos algunas soluciones para remediar estos conflictos. Del hacha de sílex de hace dos millones de años hemos llegado hasta la construcción de urnas y la utilización del voto. Basta de exhibiciones de fuerza. Votemos”.