Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (31/10/2018)

En la COPE, Francisco Vázquez explicaba: “No tengo memoria ni recuerdo que el Vaticano emitiera una nota con esa prontitud rectificando las declaraciones de un visitante de cualquier nación. La visita (de Calvo) es un dislate desde el principio hasta el final”. “La vicepresidenta iba totalmente inapropiada, hay unas normas mínimas de corrección de acuerdo con el carácter del Estado al que visitas. Si esta señora va a Irán o a Arabia Saudí se pone el pañuelo desde la cabeza hasta la punta de los pies”. “Nunca se hace una nota -como hizo la delegación española- sin consensuarla o consultarla con las autoridades que acabas de visitar”. “Y nunca se hacen unas declaraciones tergiversando la entrevista y en este caso atribuyendo al secretario de Estado unos compromisos y unos acuerdos que este en ningún momento explícito porque no puede ni debe explicitarlos. Porque la cuestión de Franco es totalmente ajena a la Iglesia. Es un problema del Gobierno y de la familia del general Franco”.

Vázquez ha añadido: “Estamos en una fase en la que se intenta, como meta final, un nuevo proceso constituyente y para ello en el primer escalón está la Corona, se ha destrozado la figura del Rey emérito, uno de los grandes protagonistas de la democracia de la que hoy disfrutamos, y el Rey actual está en el punto de mira desde hace un año. La Iglesia es el otro escalón. Y la utilización de la figura del general Franco porque es la que permite consolidar este sistema frentista que está buscando todo este conjunto de fuerzas independentistas, antisistema, Podemos, etc., los cuales están gozando del apoyo de lo que hasta ahora era un pilar constitucional, que era el PSOE, que en una pirueta que jamás le perdonará la historia, quienes hoy ocupan la dirección del PSOE están llevando una política contraria a lo que representó la gran aportación del propio PSOE. A mí me llama la atención que no se critique que las decisiones y las alianzas que lleva a cabo el señor Sánchez son un ataque frontal a lo que representó el socialismo de Felipe González, de Guerra, de Leguina de mí mismo”. “El PSOE es el partido de la gran reconciliación nacional, de la Constitución de todos, el partido que establece por primera vez con la Iglesia unas relaciones institucionales que permiten que seamos nosotros los gobiernos socialistas los que pongamos en marcha por ejemplo la enseñanza concertada, para favorecer la libertad de opción de los padres. Y contra todo esto en primera línea van las decisiones del Gobierno de Sánchez”. “Yo creo que la ley de Memoria Histórica es un remedo de la ley de represión del comunismo y la masonería de 1940. Porque este revanchismo loco que está teniendo esta gente nos está retrotrayendo al año 39 y al año 40, al final están haciendo lo mismo que ellos condenan del franquismo”.

En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: “No parece que andarle pidiendo favores a los obispos cuando tiene abierto el frente de los impuestos que paga (o deja de pagar) la Iglesia, el frente de la mezquita de Córdoba y el frente del concordato, entre otros, no parece que pueda tener ganas el gobierno de andar poniéndole velas a Francisco, pero en eso está. Intentando reeditar la vicepresidenta de ahora la relación especial que forjó su antecesora Fernández de la Vega con el cardenal Cañizares.

El exceso de confianza de Carmen Calvo le llevó a creer que podía atribuir al Papa una posición que en público no ha expresado sin que los obispos se revolvieran.

El Vaticano hizo sabe que le parece oportuno que el gobierno hable con la familia Franco, pero sin tomar postura sobre dónde debe acabar sepultado el dictador. Lo que no significa que en la conversación del cardenal con la vicepresidenta no dijera el cardenal lo que Calvo dice que dijo. Lo que significa es que, aunque lo dijera, en público no lo piensa decir. En resumen, lo que titulaba ayer La Razón en portada: que el problema con los restos de Franco ahora mismo lo tiene el gobierno, no la Iglesia”.

En la COPE, Salvador Sostres opinaba: “La izquierda siempre ha tenido un cierto afán por sustituir a Dios, por creerse más importante. Tú dijiste un día Carlos que un político o un Gobierno o un candidato no acaba nunca de ser de izquierdas hasta que no propone en su programa la suspensión del concordato”. “Y una vez más Alfonso Guerra, que era una persona poco vaticanista y un hombre de poca fe -por decirlo así-  fue muy respetuoso y negoció con la Iglesia debidamente. Pero ahí está esta izquierda más joven, más revanchista, menos generosa tiene esta obsesión a enmendarle la plana a la Iglesia”.

Joaquin Leguina decía: “Por qué meterse en líos y mucho menos envolverse en la bandera del laicismo. Cada uno piensa lo que sea, cree en lo que sea, y todos nos llevamos bien, como es nuestra obligación”.

En la SER, José María Izquierdo afirmaba: “Un, dos, tres, un pasito pa'lante María, un, dos, tres, un pasito pa'tras, vendría a ser la descripción más certera de lo que ha hecho el pimpollo Rivera respecto a los Presupuestos. Irritó sobremanera a Casado y a su prensa de cabecera, “Rivera deja tirado al PP” titulaba ayer un iracundo Abc, porque en un primer momento parecía que facilitaba al Gobierno la aprobación de los Presupuestos, pero un día después el propio líder de Ciudadanos ha dicho que de eso nada, que solo son cuestiones técnicas. Así que cualquiera sabe qué pretendía en realidad su partido con la jugada, pero ese posible alejamiento del PP, aunque sea más mentiroso que un duro de madera, permite entrever que esa aglomeración en la derecha extrema, no tiene el menor sentido para ninguno de ellos, ni para Rivera ni para Casado y, si me apuran, ni tan siquiera para Vox, que a base de ultraderechizarse los demás, le dejaban sin espacio en ese córner más que reaccionario que actualmente ocupa. Así que no tendría nada de extraño que Ciudadanos pretenda rectificar un punto su posición en el terreno de juego, a la vista de que en esa zona no hay cama pá tanta gente, que hoy le ha dado al Ojo por el Caribe. ¿Habrá visto Rivera el enorme hueco que ha quedado en el centro? Quizás, quizás, quizás".

En la SER, Claudi Pérez apuntaba: “He echado cuentas y Pedro Sánchez lleva unas 4.000 horas en La Moncloa. En esas 4.000 horas le ha tiempo para tomar decisiones acertadas en educación, en sanidad o en inmigración y también para tener que rectificar en asuntos tan variados como la amnistía fiscal, las siniestras concertinas de las vallas de Ceuta y Melilla, el impuesto a la banca, las bombas de Arabia Saudí o el traslado de los restos de Franco. Sánchez, en fin, lleva 4.000 horas de vuelo, así que le quedan unas 6.000 de aprendizaje. Pero me temo que los tiempos de la política son diferentes y a Pedro Sánchez le va a tocar tomar las decisiones clave de su mandato sobre los políticos presos catalanes, sobre los presupuestos o sobre el adelanto electoral mucho antes de llegar a esas 10.000 horas. Rajoy estuvo unas 50.000 horas en La Moncloa, y que me aspen si Gladwell le considera un presidente fuera de serie. Pero me temo que si Sánchez sueña con una cifra similar en Moncloa va a tener que acertar en las cosas realmente importantes y pronto. Muy, muy pronto”.