Resumen de tertulias y entrevistas en radio y TV (12/12/2019)

En Onda Cero, Fernando Ónega señalaba: “Ganas las tienen, pero solo dos se atreven a expresarlas. El resto son vieja guardia. Por lo tanto, las fuerzas también son escasas y, si hubiera un movimiento levantisco, estaríamos ante una rebelión no castigada en el Código Penal, pero sí en la disciplina no escrita: "el que se mueve no sale en la foto".

Las palabras de García Page y Lambán merecen, ante todo, un respeto porque recogen un amplio sentimiento popular. Y a partir de ahí, mi tesis personal: aquí lo que falló es la comunicación interna. Pedro Sánchez lleva tan a rajatabla la discreción, que ni habló con sus dirigentes regionales.

No es que no conteste a Torra o Casado; es que no llamó a sus barones para explicarles de qué iba la cosa; ni siquiera para darles esa garantía tópica de que todo será acorde con la Constitución. Parece que es uno de los defectos de Sánchez: habla poco o nada con su partido y no ordena a los negociadores que lo hagan. Y claro: donde no hay información triunfa el rumor.

Y si la información dominante es que se negocia con enemigos de España o, como decía ayer aquí la señora Oramas, con gentes a las que importan un pimiento los asuntos españoles, cunden el desaliento y la desconfianza, por no decir el pánico. Creo que ese es todo el problema, además de los principios. Pero es el problema de más fácil solución: basta una llamada de Sánchez. Y no me digan que no tiene tiempo. Hablar con Page, Lambán y los quince barones restantes no cuesta más de una hora de reloj".

En Onda Cero, Carlos Alsina decía: “Sánchez es presidente en funciones no porque ganara dos veces las elecciones generales. Es presidente porque prosperó una moción de censura con el aliento de Podemos, del PNV (tan leal a su compromiso con Rajoy) y del tándem anti-Estado español que forman Junqueras y Puigdemont. Sánchez ganó una moción de censura y perdió una investidura. O dos, porque ya había perdido una en 2016. Su peor pesadilla ahora es perder otra: el presidente interino perdedor de investiduras.

Por eso, a la pregunta que se le hizo anoche, ¿para cuándo la investidura?, echó balones fuera.

No habrá fecha para la investidura, por tanto, mientras Junqueras, en su celda de Lledoners, no bendiga al candidato. El calendario lo tiene el preso. Igual era a esto a lo que se refería ayer García Page cuando escribía su carta a los reyes magos.

El presidente se apareció en la sala de prensa de la Moncloa en otra de sus famosas comparecencias con muy poquitas preguntas. En carne mortal pero como si le resultara latoso tener que andar explicando a los españoles en qué anda. Se lo recriminaron, por cierto, los periodistas”.

En Onda Cero, Rubén Amón lanzaba sus preguntas: “El Rey encargará a Sánchez la tarea de formar Gobierno. ¿No os recuerda el reloj de la democracia española al de Marisa Naranjo en la Puerta del Sol?

Seguimos con las costumbres navideñas. García Page proclama que no quiere vaselina de regalo de Reyes. ¿Prefiere la mantequilla? Tiene sentido. Puigdemont estudia trasladarse a Perpiñán, no es broma.

Tardá exige la autodeteminación y la amnistía a los presos. ¿No era este hombre el moderado de Esquerra?

¿No os parece que las reuniones del Rey de ayer han demostrado para confirmar que Pablo Casado está vivo?

¿Y no ha debido inquietarle a Felipe VI encontrarse con que el verdugo de la monarquía, Pablo Iglesias, será el vicepresidente del Gobierno? Memorable la foto en que el Rey estira la mano para estrechándole la mano para alejarse

Y memorable la comparecencia sin preguntas con Sánchez. ¿Qué sentido tiene empezar a reunirse con los demás partidos si ya ha cerrado un acuerdo con Iglesias y Junqueras?

¿No os parece obsceno que Pedro Sánchez vaya a reunirse con todos los presidentes autonómicos para encubrir su reunión con Torra?”.

En la COPE, Antonio Naranjo destacaba: “Antes de nada. Para esa gente que dice que el rey no trabaja, ayer en 24 hora 20 reuniones, ni Michael Jackson para hacer el we are the world”. “Pedro Sánchez es lo que decía Jardiel Poncela del cine de barrio, que primero te metían en la sal y luego te cambiaban la película. Él es perfectamente capaz de hacer lo uno y lo contrario en cinco minutos, y que parezca que la culpa siempre es del resto. Con lo cual, esto de que no ha querido hablar con nadie es verdad, ahora habla con todo el mundo, acaba con el pacto que él quiere y con los que se queden fuera, responsables de  haberse quedado. Lo cual es por compatible con la realidad y la secuencia de los hechos pero en esto va a triunfar con total seguridad”. “En algún momento se tendrá que saber en qué consiste el acuerdo entre el PSOE y ERC, yo estoy expectante porque si de verdad es una solución al conflicto catalán todo habrá merecido la pena. Lo que habrá que poner en entredicho es que sea una solución. ¿De repente el león nacionalista va a comer lechuga? Es complicado”.

Pilar García de la Granja afirmaba, sobre el invierno demográfico: “No estamos en lo importante, estamos en lo accesorio y esta es una de las cuestiones importantes, como país y como sociedad. El tener niño para seguir manteniendo el progreso y el proceso de desarrollo. Más que cuestiones económicas  -porque en la posguerra sí había problemas económicos-   es un cambio de paradigma y de concepto de lo que es tener hijos y tener familia. Cuando es más importante un árbol que un niño hay un problema de sociedad”.

En la COPE, Carlos Herrera explicaba: “Sánchez fue el más votado en las elecciones con un discurso sobre Cataluña muy concreto. El contrario de lo que está haciendo ahora. Y habría que preocuparse por la legitimidad de esa acción. Ganó las elecciones diciendo que nada de referéndum, de TV3, que había que controlar la Educación, nada de verse con quienes quieren acabar con el país tal y como lo conocemos... Ahora está haciendo todo lo contrario. Aunque no sorprenderá a nadie porque conocemos de largo al personaje.

Primero camuflamos la llamada de Torra y luego nos reunimos con todos los partidos. Incluido Vox. ¿Pero no era que con la extrema derecha no queríamos reunirnos? Ya, pero es que se tiene que sentar con Bildu. Y entonces la única manera de sentarse con Bildu sin que se le reproche nada es sentarse con Vox. Y ahora ya no cuela eso de la extrema derecha o de ese Bildu de quien dijo ‘que teníamos algunas diferencias en el pasado'. Eso lo dijo Sánchez en sede parlamentaria. 'Diferencias en el pasado' tienen nombres propios de los socialistas asesinados por ETA”.

En la SER, Angels Barceló opinaba: “Pedro Sánchez ya tiene el encargo del rey para formar gobierno, pero no tiene todavía los votos suficientes para ser investido. Se presentó en Zarzuela con los votos de su pacto con Unidas Podemos, que suponemos vigente, y las negociaciones con Esquerra en marcha, más el apoyo de algunos grupos minoritarios que van sumando votos en cuentagotas.

Este es el panorama y sin fecha para la investidura, que PSOE e Unidas Podemos quieren que sea pronto y que Esquerra quiere que sea tarde. Y como los tiempos se dilatan, a Pedro Sánchez le da tiempo para diseñar una estrategia que le sirve tanto para disimular sus negociaciones con Esquerra como para presionar a los independentistas.

Anuncia contactos con todas las fuerzas políticas, algo que hasta ahora no había hecho, no había explorado. Ahora está dispuesto a hacerlo y, lo más importante, va a haber reunión con el president de la Generalitat, Quim Torra, aunque la meta en el mismo cajón que la ronda que va a mantener de contactos con todos los presidentes autonómicos. El encuentro Sánchez -Torra era una reclamación de los independentistas.

Este es, pues, el sudoku que Pedro Sánchez tiene desplegado sobre la mesa, del que tendrá que ir tachando casillas. No es posible un acuerdo con los independentistas y con la derecha al mismo tiempo, no es posible un acuerdo con Unidas Podemos y con la derecha al mismo tiempo, así que los márgenes de maniobra son escasos para Sánchez si mantiene los acuerdos suscritos hasta ahora o en proceso de negociación. Parece poco probable que de las conversaciones anunciadas salga un cambio de rumbo para la investidura pero, así, nadie podrá decirle que no lo ha intentado”.

En la SER, José María Izquierdo apuntaba: “De todo. Pueden llamar de todo a Pedro Sánchez, menos vago. Una vez designado por el Rey, la única vía posible, excluidas las ensoñaciones delirantes de algunos comentaristas de la derecha más recalcitrante, el presidente en funciones se ha echado a la espalda, además de bregar con lo que ya sabemos, entrevistarse con todos los presidentes autonómicos, como cobertura, se supone, para poder hablar con Torra, como le pedían –o exigían- los secesionistas, que ya se sabe que sólo existen para extorsionar a los demás.

No actuó así Rajoy en su momento, que se sacudió el polvo de la chaqueta, el encargo del Rey, con la displicencia del gandul redomado. Sánchez ampliará la ronda de los partidos a Vox y Bildu, los extremos del hemiciclo. En cualquier caso, ya se ha visto lo evidente, que PP y Ciudadanos no están por la labor de ayudar a la gobernabilidad, e incluso el pimpollo Casado se permite la frivolidad de situar a Pedro Sánchez fuera de la Constitución. Con esta derecha tan templada, ¿para qué necesitamos a la ultraderecha?”.