Santiago Abascal-Vox (esRadio) propone un “gobierno de concentración, apoyado por las tres principales fuerzas del país, que agrupan a un 75% de la cámara", formado “por un grupo técnico de personas”

En esRadio, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha propuesto un “gobierno de concentración, apoyado por las tres principales fuerzas del país, que agrupan a un 75% de la cámara”. “Un gobierno que dé tranquilidad a los españoles y que dé credibilidad a las instituciones internacionales. Soy el primero en excluirme de la conformación de ese gobierno”. “Estaría formado por un grupo técnico de personas que o no estén en la política o que hayan salido de ella”.

Ha añadido: “El Gobierno está actuando de una forma absolutamente irresponsable nosotros creemos firmemente que una parte del Gobierno quiere deliberadamente la ruina porque cree que así puede hacer avanzar sus posiciones políticas de una manera más cómoda”.

En opinión de Abascal, “Mayor Oreja es la persona que ha venido denunciando la constitución de ese frente popular para acabar con la Transición. La ley de Memoria Histórica ha sido una de sus herramientas. Y en ese frente popular hacían falta los herederos de ETA, hacía falta Bildu, y creo que en eso tiene mucho que ver con el proceso de negociación de la banda terrorista ETA. Que culmina en este momento además a través de unas mentiras verdaderamente terribles a la sociedad española. Mentiras vertebradas por Pedro Sánchez cuando dijo que no iba a pactar con Podemos, cuando dijo además que no iba a pactar con Bildu -diciéndole al periodista si lo tenía que repetir por quinta vez-“. “Sánchez está incluso ocultando a sus propios ministros los pactos e incluso a la Cámara porque no nos enteramos de que existía un pacto y de qué naturaleza”. “Estamos ante un hecho gravísimo por el qué -en un momento de pandemia decir que se quiere derogar la reforma laboral -que ha sido calificado como absurdo y contraproducente por la propia ministra de Economía-; estamos ante algo gravísimo por el quién, que es con la banda terrorista ETA; y por el cómo, porque se oculta a toda la cámara antes de votar el estado de alarma cuáles son los pactos que tiene el Gobierno”.

Por eso, Vox “plantea una alternativa frente a un gobierno en descomposición, planteamos un gobierno de concentración, de emergencia nacional”. “Y frente a un gobierno del matonismos, que estamos padeciendo en estos momentos, estamos planteando la defensa de la libertad y por eso hemos convocado esta caravana de vehículos el sábado para pasar de una vez por todas a una fase de libertad y acabar con este estado de excepción encubierto”.

En TVE, Elvira Rodríguez, vicesecretaria general de Acción Sectorial del PP, aseguraba que ayer se quedaron "perplejos" por el acuerdo para derogar la reforma laboral. "Al ver el documento firmado por Lastra, Echenique y Bildu quedamos desconcertados". "Los españoles no merecen esto, hay que pedir responsabilidades políticas”.

Rodríguez considera que las curvas de la pandemia "se están aplanando, por muchas razones". "Ha llegado un momento en el que ante el número de enfermos, y la oferta y demanda de atención sanitaria, en el que vamos conociendo la enfermedad, y la población ha aprendido a tener otra actitud, una higiene y separación social”. “Podíamos abandonar el estado de alarma".

Asegura que la continuación del estado de alarma pone en peligro la economía. "Reivindicamos que se abra con seguridad, pero hay que pensar un poco más allá. Cuando pedimos explicaciones, las que nos dan no están claras, y nosotros pensamos que hay otros mecanismos legales. Por eso en la última votación, solo en la última, votamos que 'no'. En la anterior nos abstuvimos y en todas las anteriores votamos a favor". "Hay herramientas jurídicas para trabajar con la población, hay que tener medidas preventivas”. “Nos enfrentamos a un problema tan grave como la pandemia, que es el futuro de los españoles”.

"España no está haciendo bien los deberes y eso puede tener consecuencias para nuestro futuro", asegura Rodríguez. Lamenta que haya "criterios subjetivos" para el cambio de fase, y pone el ejemplo de Madrid.

En RNE, el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha dicho: “Ponerse ahora a hablar de la derogación de la reforma laboral, con la que está cayendo, es un despropósito total, y nos muestra un gobierno en el que se ha montado un vodevil, que ha roto con los agentes sociales". "El carajal que se ha montado en el Gobierno no transmite seguridad ni a los ciudadanos ni a Europa".

Bal ha acusado también al Gobierno de "blanquear" a Bildu, una formación que apoyaba a ETA. Y ha asegurado que el apoyo de Cs a la prórroga fue "una solución pragmática" para solucionar los problemas de los españolas y pensando "con sentido de Estado". "Lo que no puede ser es que Sánchez se instale en una situación de permanente excepcionalidad".

"Estamos vigilantes y exigiremos al Gobierno el cumplimiento de las condiciones que pactamos". "La política es negociación, y eso [mantener el diálogo con el Gobierno] es lo que nos reclaman los españoles, es lo que dicen todas las encuestas”. "Es comprensible que la gente esté muy harta. Los ciudadanos se han comportado de una forma muy responsable, y ahora a los políticos hay que pedirles que se comporten con unidad".

En la COPE, Ignacio Camacho opinaba: “Es un sainete muy sanchista que demuestra varias cosas. La primera que en España gobierna Pablo Iglesias a través de Pedro Sánchez, con quien come todos los jueves, y no Nadia Calviño, por ejemplo. La segunda: que el sanchismo a devorado al PSOE. La tercera: que el sanchismo hace tiempo que busca normalizar a Bildu como partido de izquierdas. Y la cuarta, aunque habría muchas más: que la única promesa que Sánchez no ha incumplido es la que no ha hecho, que es no pactar jamás con la derecha, pactar con cualquiera excepto con la derecha. Moncloa atiende más a Podemos que a sus propios ministros socialistas. Pero eso ya lo sabíamos”. “No me cabe la menor duda de que Pablo Iglesias acabará llevándose el gato al agua, probablemente habrá un frenazo en los plazos, porque Nadia Calviño está diciendo que no podemos ir a pedir dinero a Europa tumbando la reforma laboral, porque no nos lo van a dar”. “Iglesias es imprescindible para que Pedro Sánchez continúe en el poder, Nadia Calviño, no”.

Ana Martín destacaba: “A mí ayer alguien que lleva ya bastantes años en la fontanería política que me decía que es mucho más fácil interpretar a Sánchez cuando uno se quita los anteojos del pudor y de la moral, porque eso es lo que es Sánchez, un superviviente y un estratega puro. Yo creo que en este caso está claro el escenario de las elecciones vascas. Hay que reconocerle la osadía de cabrear a un socio poderoso como es el PNV porque el PNV llevaba exigiendo para sí no el asunto de la reforma laboral, que era la secundario, sino que lo que realmente se pactó con Bildu es la capacidad de maniobra de los ayuntamientos vascos y navarros sobre su superávit para gestionar, para capear, esta crisis de la covid. Yo creo que Pedro Sánchez va a intentar un tripartito de izquierdas con Podemos y Bildu en el País Vasco. Recordemos que Bildu ya ayudó al Gobierno navarro, o sea que no es nada nuevo”. “La clave en clave nacional a la vuelta del verano serán los presupuestos y ahí el PSOE no cuenta con el PNV, lo tiene que intentar por otro lado”.  

En la SER, José María Izquierdo comentaba: “Un desastre, un despropósito, una calamidad. ¿De verdad había que anunciar en mitad de la catástrofe, algo tan controvertido e innecesario como la derogación de la reforma laboral del PP, ya descaifenada por las recientes medidas del Gobierno? ¿Y pactarla solo con HB? ¿Por qué y para qué? ¿Cómo es posible que horas después no haya una aclaración nítida y efectiva?

Sumemos las formas en que se hizo y anunció, puro esperpento. Con todo, a este Ojo le parece que el mayor daño causado por esta patochada no es dar munición a la derecha, sino el destrozo que representa para dos de los puntos fuertes que estaba armando este Gobierno: por un lado, el diálogo social con empresarios y sindicatos, clave para la reconstrucción de la devastada economía del país, imprescindible para soñar con unos presupuestos que contaran con la ayuda de la patronal, definitiva para mover al PP y, por otro, echa por tierra la credibilidad del Gobierno ante Europa que Nadia Calviño ha tejido con primor. No, no es un simple error. Es un horror”.

En Onda Cero, Fernando Ónega destacaba: “Hay una explicación bondadosa y generosa: el PSOE tenía miedo a perder la votación de la alarma.

Tenía miedo a que Ciudadanos fallase y se buscó un colchón de seguridad a un precio carísimo, pero salvaba la emergencia. Después Ciudadanos no falló, pero no hubo redaños para frenar el acuerdo con Bildu.

Hay otra explicación ingenua, y es pensar que no ocurriría nada, porque tumbar la reforma laboral ya figuraba en el pacto de coalición y al fin y al cabo este país lo traga todo. Y hay la explicación de la ineptitud y la torpeza, que se impone sobre las demás. Ineptitud y torpeza es proponer la contrarreforma laboral íntegra, que espanta a los inversores justo cuando el país se expone a una crisis económica sin precedentes.

Ineptitud es no saber valorar lo que supone un acuerdo con un partido que es legal, pero tiene los antecedentes que tiene y no busca precisamente la solidez de España. La prueba es que el propio Sánchez había prometido que jamás pactaría con Bildu y hacerlo devalúa infinitamente el valor de su palabra. Y solemne torpeza es negociar un pacto contra natura, a espaldas de los miembros del gobierno, a espaldas del Partido Socialista y a espaldas de los agentes sociales, en una actitud oscurantista y dolosa. Que la responsable de la política económica, Nadia Calviño, se entere después del desaguisado, da idea del descontrol de la dirección del gobierno. E inquieta que sea ella, solamente ella, la única que demuestra valentía y sentido común”.

En Onda Cero, Carlos Alsina reflexionaba: “El papel que Sánchez le firmó a Iglesias en enero no dice que vayan a cargarse sólo algunos aspectos de la reforma laboral: dice que hay aspectos urgentes, pero que el compromiso es desmantelarla entera. Y el papel que Sánchez le ha firmado ahora a Arnaldo Otegi dice lo mismo. Porque éste es el fondo del asunto: no es ni la reforma laboral, ni Bildu, ni la leal y disciplinada señora Lastra. El fondo del asunto es que en esto consiste Pedro Sánchez. Un presidente cuyo horizonte no va más allá de seguir siendo presidente mañana. De salvar la pantalla de hoy, la votación de hoy, la encuesta de hoy. ¿Cómo? Con quien sea necesario para lo de hoy y firmándole un papel que diga lo que el otro quiere oír. Patada al balón y a dejar que se pudra, o que se olvide, lo que el papel ponía. A Iglesias en enero le firmó un programa de gobierno que no tiene intención de cumplir como a Junqueras en febrero le firmó una mesa de negociación para Cataluña y a Urkullu en abril una fase cero coma cinco y a Arrimadas en marzo un acuerdo sobre futuras reformas legales que acabará en nada. Y a Casado una comisión parlamentaria que Lastra, leal y disciplinada, se ha ocupado de reventar, vaciándola”.

En la COPE, Nicolás Redondo subrayaba: “En cualquier situación normal, si ha habido una equivocación y es evidente que la ha habido porque así lo han interpretado por los menos los del PSOE, porque si no no habrían reaccionado como han reaccionado, alguien tendría que pagar. Pero teniendo en cuenta las declaraciones de ayer de Adriana Lastra me parece que lo que se va a hacer es seguir embarrando un poco más sin que nadie tenga que dimitir”. 

Carmen Gurruchaga decía: “Me parece un espanto la sensación que han creado estos señores, o este señor Sánchez, de inseguridad jurídica, laboral, social. Y al final todo esto consigue el caos que en mi opinión Podemos desea para crear la punta de lanza de Venezuela en Europa, cada vez estoy más convencida”.

Antonio San José apuntaba: “Podemos apostar dólares contra galletas a que aquí no dimite nadie, hubiera sido lo normal en cualquier democracia”. “Pero atentos a una persona que es fundamental en todo esto, que es Nadia Calviño, una persona muy solvente, muy competente, me consta su enorme malestar y su ultimátum porque ha quedado en muy mal papel. Esa sería la única pieza realmente sensible, que Calviño pensara en dejarlo pero es que sería un drama para este país. Menos mal que está Nadia Calviño al frente de la economía de España”.