Lo cuenta Margarita de Llano en su último libro de revelaciones de Dios y la Virgen María -sí, creo que los mensajes a esta madrileña sí son de origen sobrenatural- y a mí no se me ocurre un mejor resumen de la política -sí política- actual más acertado e inteligible que, ojo al dato: "Algunos de los amos del mundo están tan mal mentalmente que no tienen casi ni responsabilidad". No sé por qué, al leer estas palabras me acordé de Joe Biden.
Concretando, "se persigue lo cuerdo, lo normal, lo de siempre, y se pretende imponer lo anormal. Pretenden hacer un mundo de personas desequilibradas mentales. Y que eso sea lo nuevo normal. El nuevo orden mundial necesita de personas desequilibradas para poderlas manejar mentalmente. Hacia eso vais. No existe ninguna forma de librarse de todo esto que no sea la espiritual".
O sea, que sí que hay solución, desde la libertad de los hijos de Dios. Es como cuando los progres gritan ese pensamiento íntimo, y único, que tanto les galvaniza: "No se puede atrasar el reloj de la historia". La respuesta cristiana es: "Sí se puede, porque el hombre es libre".
"No se puede atrasar el reloj de la historia". La respuesta cristiana es: "Sí se puede, porque el hombre es libre"
Pero volvamos a las revelaciones de La Inmaculada en el Reino Nuevo, la última obra de Margarita de Llano: "Ellos tienen como capitán al demonio. Vosotros tenéis a la Virgen como vuestra capitana. Está claro que es invencible". No son mensajes apocalípticos sino de lo más optimistas. Estas palabras extrañan hoy pero la invocación a la Madre de Dios no debería extrañar en un país como España, "Tierra de María". Si por algo se distinguen los españoles a lo largo de su historia es por el recio amor a la Madre del Redentor.
¿Cómo les ahuyentareis? Estas son las virtudes que temen: "humildad y mansedumbre. Pobreza y desprendimiento. Oración y vida de Piedad. Pureza de intención y de corazón. Castidad espiritual y material. Confianza en Dios pese a las adversidades. Alegría y hermandad. Comunidad espiritual y de amor".
Y recuerden: el amor pusilánime no existe, el amor no es apto para blandengues. Y más en un universo en que los amos del mundo se han vuelto locos.
Y no, estaba vez no estaba pensando en Moncloa. Sólo por esta vez.
El mal siempre tiene consecuencias... pero ningún gesto de amor se pierde
La humanidad necesita amor recio por algo que siempre olvidamos: el mal siempre tiene consecuencias pero, al tiempo, ningún gesto de amor se pierde.
Buena guía para un mundo post-covid en el que los amos del mundo se han vuelto tan locos... que casi ni son culpables de las barbaridades que perpetran.
O si lo quieren en 'laico': lo que nos pasa es que no sabemos lo que nos pasa.