La ministra de Igualdad, Ana Redondo, defendía hace unos días la aplicación de la Ley Trans: 5.900 cambios de sexo en España con la "normalidad y buen uso de la ley".

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La titular de Igualdad no es ajena a la polémica y sabe que cada vez son más numerosos los casos en los que los hombres usan la ley para librarse de cárcel, acceder al sistema de protección de víctimas de violencia machista o que se declaran mujeres para evitar la condena, a lo que hay que sumar otros casos en los que el hombre dice ser mujer sin cambiar su apariencia para obtener algún beneficio. A todos ellos, muy seria, advirtió la ministra: "para aquellos que insisten en esta irresponsable actitud no solo están desprestigiando esta ley y los derechos de este colectivo, sino a nuestro propio ordenamiento jurídico constitucional". 

Redondo niega la realidad, porque, insistimos, la ley es muy clara: reconoce la identidad de la persona trans a través de un procedimiento administrativo en el Registro Civil, donde la persona interesada expresará su voluntad ante el funcionario y será efectivo a los tres meses, cuando ratifique su deseo. Así, elimina cualquier informe o diagnóstico médico o psicológico que acredite su disforia de género y la necesidad de haber recibido un tratamiento de hormonas de al menos dos años. Entonces, ¿por qué en algunos casos hablaríamos de fraude de ley y en otros no?

Pues para resolver esta y otras dudas, y porque la ley funciona tan bien tan bien, la asociación TNN, Trans No Normativos, sigue creciendo. Recuerden que el cabo trans Juanjo fundó TNN en marzo, organismo que preside: "llegaremos a ser miles", aseguraba Juanjo. "No nos da tiempo a atender todas las solicitudes". 

Su objetivo a largo plazo es "acabar con el patriarcado", que sucederá cuando "todas seamos mujeres", para lo que ofrece asesoramiento legal, así los varones podrán cambiar de sexo registral. 

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Y parece que los presagios de Juanjo se han cumplido, puesto que según informa The Objective, TNN ya cuenta con 1.500 socios. "Ya somos 1.500 en tan sólo seis meses de vida y aún nos siguen llegando solicitudes todos los días. Estamos desbordadas", admite Juanjo, "casi todos [los socios] están en trámite" para cambiarse de sexo registral.

Con el asesoramiento de TNN lo están consiguiendo, aunque están teniendo algunos problemas en Motril y Canarias, pero están presentando recursos y no descartan una futura querella contra sendos Registros por "transfobia". 

Eso sí, la noticia del éxito de la asociación no parece haber gustado a la ex ministra y artífice de la Ley, Irene Montero