Varios acontecimientos de los últimos días, en forma de noticias trágicas, han convulsionado la actualidad confirmando la ‘fragilidad’ del ser humano en particular y de la humanidad en general.

Como se recordará, en Irán, el Estado Islámico reivindicó la semana pasada un atentado contra un santuario chiíta que dejó al menos quince muertos y cuarenta heridos. La Presidencia iraní emitió un comunicado en el que acusaba a "los enemigos de Irán" que pretenden "dividir las filas unidas de la nación (...) mediante la violencia y el terror, y prometió una respuesta severa de las fuerzas de seguridad "a los patrocinadores y diseñadores de este crimen indiscriminado”. Además, el ataque al santuario Shah-Sharifagh de Shiraz se produjo en medio de una serie de manifestaciones en Irán para conmemorar el 40º día de la muerte de Mahsa Amini, líder del movimiento de protesta iraní,  recogió France 24.

Por otra parte, el pasado sábado, más de 100 personas murieron y 300 fueron heridas el pasado sábado en un atentado con dos coches bomba en el centro de Mogadiscio, capital de Somalia. El grupo yihadista Al Shabab, vinculado a Al Qaeda, reclamó la autoría del atentado que tenía como objetivo el Ministerio de Educación. El Papa mencionó el atentado durante su alocución en el ángelus dominical: «Mientras celebramos la victoria de Cristo sobre el mal y la muerte, recemos por las víctimas del atentado terrorista que, en Mogadiscio, ha matado a más de cien personas, entre ellas muchos niños. ¡Que Dios convierta los corazones de los violentos!», recogen agencias.

Asimismo, al menos 132 personas murieron el domingo en la India cuando un puente colgante de la época colonial colapsó en el estado de Gujarat (oeste), haciendo que decenas de personas cayeran al río. Las autoridades dijeron que cerca de 500 personas se encontraban en el puente celebrando un festival, cuando los cables que sujetaban la estructura cedieron. El puente colgante de 233 metros, construido en la era del mandato británico, había sido abierto esta misma semana al público, tras siete meses de trabajos de reparación, recoge Swissinfo.

Igualmente, en Corea del Sur, 154 personas murieron el sábado en una aglomeración durante una fiesta de Halloween. Decenas de miles de personas colmaron un callejón empinado de no más de tres metros de ancho, y testigos relataron escenas de caos cuando las personas se empujaron para pasar, sin policías en el sitio para orientar a la multitud. Según testigos, las personas quedaron atrapadas en la callejuela e intentaron salir, con unos que se encaramaban sobre los otros, recoge Swissinfo.

Este último suceso en Corea del Sur recuerda al que tuvo lugar en el Madrid Arena, hace ya diez años, cuando en la madrugada del 1 de noviembre de 2012, cinco chicas de entre 17 y 20 años que habían acudido a una fiesta de Halloween murieron en una avalancha humana al salir del pabellón, que esa noche llegó a duplicar su aforo máximo.