En su día, recogimos en Hispanidad que Vox denunciaba una vez más, adoctrinamiento sexual a menores -lo que su líder Santiago Abascal calificó como "corrupción de menores"- a través de libros expuestos en librerías públicas de Barcelona, como 'El cordero carnívoro', que narra una relación sexual intensa entre Antonio y su hermano menor. O "mi padre se fue con un señor de Zaragoza" incluida en el catálogo de recomendaciones de la Generalitat y descrita, a su vez, como una historia "dura y cruda".

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Pues bien, de nuevo, el concejal de la formación en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal, Liberto Senderos, ha vuelto a reclamar la retirada de estos libros de las bibliotecas públicas, mientras la formación separatista Junts no ha dudado en abandonar la sala, seguidos por los concejales de ERC y los comunes.

Hablamos, no lo olvidemos de obras que, en el caso de 'Mi padre se fue con un señor de Zaragoza', de Rubén Guallar, recogen en su contraportada el mensaje de que durante la historia un hombre llamado Sebastián «le mete la lengua en la boca» a Fermín, un niño de nueve años.

Pero también se encuentran en dichas bibliotecas públicas, títulos como La mirada d’Ahmed, El casamentEl meu pare es pensa que soc un noi, -que habla sobre un padre que se piensa que su hija es un niño-Mamo, Paula tiene dos mamásLa nana amb dos pares (con frases como «tu padre se va a cambiar de nombre y ahora será Helena, te pedirá que le hables en femenino»), Ella és meu papa¡Vivan las uñas de colores! o L’Edu es disfressa de princesa.

Además, critican otras obras con las que se han topado: «A modo de ejemplo, encontramos libros como El piratrans carabarco que busca promover la diversidad sexogenérica entre la población más joven y va acompañado de una guía didáctica que pretende normalizar la transexualidad desde edades tempranas. O Llámame Paula, un libro infantil que habla de un niño de sólo 8 años de edad que cuenta con total diversión que quiere ser niña y quiere cambiarse de sexo».