Así alerta Fundación Madrina en un comunicado. Al parecer, la Fundación abrió el pasado mes de abril una línea directra de atención 24h “SosUkraine” para la población ucraniana refugiada y vulnerable, especialmente madres y niños, víctimas de la guerra, que buscan refugio en España. El servicio está formado por un grupo de especialistas en medicina, enfermería, trabajo social, abogados y psicólogos, que hablan ucraniano, con el objetivo de dar apoyo, asesorar y acompañar.
El proyecto “SosUkraine 24h” surge cuando muchas asociaciones que traen familias ucranianas a España, piden ayuda a la Fundación Madrina tanto para traer refugiados como para alojarlos, sumado a que presidente de la Fundación trajo más de 1.600 refugiados y un orfanato completo de 85 niños y 17 tutores de la zona de Donetsk. Es entonces cuando la entidad empezó a buscar familias de acogida.
Tras toda esta labor, ahora ven como aumentan las familias ucranianas que deciden volver o moverse a países como Alemania o Polonia por la "falta de ayuda económica prometida por el Gobierno". Advierten que, en España, “las familias de acogida ya empiezan a notar la presión económica de mantener entre 2 y 5 miembros más en la familia, especialmente con la subida de los precios del carburante, de la luz y de la comida”.
“La carencia de recursos económicos para sobrevivir al llegar a España, la no posibilidad de poder vivir autónomamente, está marcando el destino de vuelta de muchas de estas familias”, y añaden que el Gobierno de España, “no ayuda con lo prometido de la ayuda social, a diferencia de otros países de Europa”.
En este sentido, y desde el último mes, empieza a haber un “cansancio y resentimiento por parte tanto de las familias refugiadas como de las acogedoras por las escasas o nulas medidas del gobierno para estabilizar a estas familias ucranianas a corto plazo”. "Se le promete el Ingreso mínimo vital a un año, es decir, cuando ya no lo van a necesitar, porque estas familias necesitan la ayuda ahora mismo".
Según la entidad, algunas fammilias ya están trabajando y quieren su independencia, pero no es posible puesto que para alquilar un pìso, se les exige “contrato indefinido, las 3 últimas nóminas, fianza, dos mensualidades, es decir, algo que para ellos es imposible actualmente".
“Países como Eslovaquia, Polonia y Alemania dan apoyo económico desde el primer momento, tanto a las familias de refugiados, como a las familias acogedoras. Los ucranianos en estos países no se vuelven a su país, hecho que sí se está viendo en España”.
En este sentido, la Fundación considera que para el Gobierno español “las familias refugiadas constituyen un coste social que no desea asumir, sin embargo, para estos países centro europeos con mayor visión de futuro estas familias constituyen una inversión, por eso les ayudan”.
Como ya contamos en Hispanidad, el Gobierno de Sánchez siempre ha sido tacaño con los refugiados Ucranianos, pero el secretario de Estado de Migraciones, Jesús Perea, lo justificaba porque "no se trata de traer personas, se trata de darles una vida en España en un tiempo récord", algo que, a la vista de la información, parece que no han sido capaces de conseguir. Y eso que Sánchez iba a ir a Polonia a enseñar solidaridad...