Darle a un botón, pasar una tarjeta electrónica y pisar un pedal para que se abra. Es lo que tienen que hacer los vecinos de Pamplona cada vez que van a tirar la basura orgánica y resto en unos contenedores electrónicos desde noviembre del año 2021.
Empezó a implantarse hace un año en Pamplona, pero a muchos vecinos sigue sin convencerles el sistema. Se quejan de que los contenedores electrónicos, que se abren con una tarjeta electrónica, no funcionan del todo bien y sobre todo que son muy complicados de usar especialmente para las personas mayores, informaba Antena 3.
Al final, muchos vecinos terminan dejando la bolsa de basura en el suelo, lo que se denomina “bolseo”. Y eso hace que se vean a menudo montones de bolsas alrededor de los contenedores, lo que provoca el malestar de los vecinos por la insalubridad y la imagen de suciedad. "¿Y qué vas a hacer? Pues dejarlo fuera", es lo que reconocen muchos.
Y eso que la Policía Municipal ha llegado a imponer denuncias por dejar las bolsas en el suelo, según Antena 3.
El sistema de contenedores electrónicos fue implantado por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (un organismo que gestiona los servicios del ciclo integral del agua, residuos, transporte urbano y parque fluvial de la Comarca) y controlado ahora mismo por EH-Bildu y el PSN.
El grupo municipal de Navarra Suma en el Ayuntamiento de Pamplona indicó en un comunicado: "La ciudadanía no es culpable de los caprichos de Bildu. La solución al bolseo es mantener los contenedores de reciclaje y quitar las tarjetas para su apertura", recogió Navarra.com.
El coste del nuevo sistema de contenedores con aperturas electrónica superó, sólo en coste directo, los 8,4 millones de euros. Pero es que los costes indirectos han supuesto otros 4,3 millones de euros: por ejemplo, poner nuevos contenedores que encima son más pequeños que los anteriores (de 3.000/3.400 litros a 1.800/2.200). Además de adaptar los camiones al nuevo tamaño..., añadía Navarra.com.
Encima, recoger las bolsas de basura de la calle supone un coste añadido de un millón de euros al año.
Los políticos deben estar para facilitar la vida de los ciudadanos, no para complicársela. Y el nuevo sistema de recogida de basuras nos ha complicado la vida. El anterior sistema funcionaba perfectamente y la gente ya reciclaba correctamente. Déjennos en paz y no nos impongan sus dogmas eco-sostenibles-agenda 2030”, se quejaba un vecino de Pamplona
Tampoco hay que olvidar que este 'capricho' de los responsables de la Mancomunidad permite conocer con detalle qué vivienda utiliza o no los contenedores, a qué hora sacan la basura y con qué periodicidad levantan la tapa de la basura orgánica y resto, añadía Navarra.com.
La Mancomunidad dice que la tarjeta cuenta el número de aperturas y lo vincula con una dirección postal, y asegura que esos datos no se cruzan con la base de datos de personas físicas. Pero en la web se indica que "los datos de aperturas" se utilizarán para conocer "los índices de separación y así lograr los objetivos normativos de aplicación". El Defensor del Pueblo de Navarra estimó una denuncia ciudadana y recordó a la Mancomunidad de Pamplona que tiene que garantizar que el tratamiento de los datos se ajusta en todo momento a la normativa aplicable en materia de protección de datos, según Diario de Noticias.
En febrero de este año, Diario de Navarra informaba de que un total de 5.749 domicilios de Pamplona se han declarado insumisos al sistema y no utilizan nunca los contenedores de tarjeta, es decir, el 22% de los 26.258 domicilios totales. El objetivo de la mancomunidad es aumentar la basura orgánica recuperada y en febrero de este año aseguraba que se había pasado del 18% anterior al 50%.
Pero lo cierto es que muchos vecinos de Pamplona se han declarado “insumisos” al nuevo sistema de recogida de basuras implantado por los amigos de la insumisión, o sea, los chicos de EH Bildu. Chicos que, por cierto, ya fracasaron en Guipúzcoa con su intento de recogida puerta a puerta, y que obligaba a separar los residuos en cinco recipientes distintos.
“Los políticos deben estar para facilitar la vida de los ciudadanos, no para complicársela. Y el nuevo sistema de recogida de basuras nos ha complicado la vida. El anterior sistema funcionaba perfectamente y la gente ya reciclaba correctamente. Déjennos en paz y no nos impongan sus dogmas eco-sostenibles-agenda 2030”, se quejaba un vecino de Pamplona, indignado.
“Algún día alguien nos tendrá que explicar la obsesión del partido de la ETA -y satélites- por controlar el tema de las basuras”, escribía un periodista en Navarra.com, recogiendo el sentir de muchos pamploneses.