En Burkina Faso, en la localidad de Barsalogho, a finales del mes de agosto, el grupo terrorista yihadista Al Qaeda mató a unas 400 personas, como recogió Hispanidad.
Y a principios de este mes de octubre, según informa Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), también en Burkina Faso, terroristas yihadistas llevaron a cabo una nueva y brutal matanza de unas 150 personas, entre ellas, muchos cristianos.
Los hechos tuvieron lugar durante varios días en la ciudad de Manni, en la región oriental de este país, controlado en más del 50% del territorio por los yihadistas.
El modus operandi de estos salvajes fue primero anular las redes móviles para después entrar en el mercado, donde había muchos fieles que habían asistido previamente a misa, y destruir tiendas, incendiar los puestos e incluso quemar vivas a algunas de las personas. También entraron en el hospital donde atacaron a los médicos y a los pacientes, los cuales muchos de ellos fueron asesinados.
El obispo de la diócesis de Fada-N’Gourma, Mons. Pierre Claver Malgo, calificó el ataque de “barbarie”, y expresó su “sincera compasión por todas las familias en duelo”. Además, subrayó que “cualquier amenaza contra la dignidad y la vida humanas no puede más que tocar el corazón mismo de la Iglesia”, e insiste en la importancia de no desanimarse y mantener viva “la esperanza de un mañana mejor”.
Fuentes locales explican a ACN que la intención de estos terroristas es sembrar la discordia entre cristianos y musulmanes, cuya relación hasta el momento había sido pacífica.