A Irene no le gusta que le lleven la contraria, es una constante en todas sus polémicas leyes: en el aborto "no aceptó" ninguna de las 52 alegaciones en contra y aseguró que no hablaría con nadie que no respetara lo que ella entiende por derechos humanos, en la ley solo sí es sí, no quiso escuchar a quienes le advirtieron de que su ley supondría la reducción de penas y ahora, con la ley trans está actuando igual.
En Hispanidad advertimos que en su informe emitido al Congreso de los Diputados afirma que "lo cierto es que, no siendo la voluntad de cambio una patología, no parece que tenga sentido que profesionales de la medicina o de la psicología intervengan para acreditar extremo alguno de esa voluntad". Es decir, cambias tu cuerpo por completo, pero un médico, que es quien tiene que operarte, no tiene sentido que diga nada. Vamos bien.
Y ahora Irene ha hecho otra 'Monterada', si con la ley del aborto ha eliminado a los médicos objetores de los tribunales clínicos, en la ley trans ha vetado, junto al PSOE, a todo especialista que vaya a hablar de la ley trans para advertir de los riesgos de la ley.
La Asociación Española de Feministas Socialistas (FeMeS) envió un escrito a la presidenta de la Mesa de la Comisión de Igualdad solicitando la comparecencia de distintos asociaciones y expertos durante la tramitación de la ley: "Esta ley, que afecta negativamente a derechos de todas las mujeres y que supone un peligro para la salud física y mental de los menores, no debe tramitarse sin antes recabar las opiniones y conocimientos de personas expertas y de los colegios profesionales y organismos que trabajan en la materia".
Ahora Irene ha hecho otra 'Monterada', si con la ley del aborto ha eliminado a los médicos objetores de los tribunales clínicos, en la ley trans ha vetado, junto al PSOE, a todo especialista que vaya a hablar de la ley trans para advertir de los riesgos de la ley
La propia FeMes era una de las asociaciones feministas propuestas para la comparecencia, así como la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres o Mujeres para la Salud, la Agrupación AMANDA, la Asociación Española de Psiquiatría o el Consejo General de Colegios Médicos, además de investigadores de universidad y profesionales de las Unidades de Género. Hasta 30 entidades y profesionales han sido silenciados en el Congreso, aunque muchos de ellos han ido dando su opinión por diferentes vías.
Irene no quiere escucharles, seguramente se trate de 'violencia política', por lo que ha llegado a un acuerdo con el PSOE para rechazar todas las comparecencias en la Comisión Parlamentaria, algo que solicitaron PP y Vox. Además, han acordado ampliar dos semanas más el plazo para debatir las enmiendas del PSOE puesto que las posturas de ambos socios de Gobierno están muy alejadas. Llegarán a un acuerdo, no lo duden, pero sin escuchar ni a expertos ni a afectados: no olviden el caso de Sandra, un trans arrepentido: -"Te meten el pene para adentro. De su tamaño dependerá la profundidad de tu vagina. Con el prepucio te hacen el clítoris"-, que denunciaba haberse convertido en un paciente de por vida y cómo la manipularon a ella y a sus padres para llevar a cabo el cambio de sexo.