Dos puntos de vista opuestos. El de la Fiscalía de Canarias que según su Memoria de 2023 afirma que no se ha notado ninguna relación entre el incremento de la criminalidad con la inmigración.

Y el de los vecinos de Las Palmas de Gran Canaria o Santa Cruz de Tenerife, que se manifestaban el domingo 27 contra la inmigración ilegal coreando consignas como:"Canarias tiene un límite" o "No más pateras".  

Importante la matización entre las protestas de los canarias y tinerfeños contra la inmigración ilegal y la apreciación de la Fiscalía respecto a que no se puede relacionar criminalidad con inmigración. Según la Fiscal Superior de Canarias, María Farnés Martínez Frigola, los centros de menores están “muy saturados”, lo que dificulta el trabajo de los educadores y lleva a que haya “más enfados y peleíllas, pero nada especial”. 

Pero, y es algo de lo ya hemos hablado en más de una ocasión en Hispanidad, la trampa está en hablar de inmigración a secas o, hacerlo de inmigración ilegal. Por poner un ejemplo, en junio de este año, sostenía La Sexta que Vox acusaba a migrantes 'ilegales' de delitos graves sin una evidencia oficial que respalde esas afirmaciones. Según la cadena de Antonio Ferreras, las afirmaciones de Santiago Abascal sobre la criminalidad atribuida a migrantes 'irregulares' carecían de respaldo. Pues bien, es aquí donde entraba en escena Rubén Pulido, experto en inmigración ilegal, quien aportaba algunas de esas 'evidencias' que reclamaba la cadena privada. 

Ejemplos de inmigrantes que viene a buscar una vida mejor y un futuro para ellos y sus hijos también los hay. Vienen a trabajar y no a delinquir.

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Pero, otra idea en la que también hemos insistido en Hispanidad es que, si alguien es ilegal está casi obligado a delinquir. En España viven 4,1 millones de extranjeros legales y se calcula que 700.000 más ilegales. O se les expulsa o se les integra: lo que no vale es soltarles en la calle y, encima, tener la caradura de venderte como el más solidario (al estilo Marlaska). Una de dos: o se les integra, y eso conlleva exigirles mucho, sobre todo el respeto al español, o se limitan las entradas de los que no podamos integrar. Por contra, lo que está proponiendo la progresía, también la progresía clerical, consiste en legalizar a cientos de miles. Y a partir de ahí, que se las arreglen como puedan y que los españoles se las arreglen como puedan por convivir con quien a lo mejor precisa robar, o cosas peores, para sobrevivir.