El caos reina en Prisa, propietario de El País, Cinco Días, As y la Cadena Ser. De entrada, Vivendi, que anteayer pidió permiso para aumentar us participación en el capital del 10 al 30%, dio marcha atrás.
Todo parecía pactado entre la multinacional francesa de la familia Bolloré y Moncloa, cuando todo ha vuelto atrás.
De entrada, Vivendi detiene la toma de un 30% ante las reticencias de Moncloa. Ahora resulta que Sánchez no se fía de la izquierda elegante francesa. La verdad es que los franceses tampoco cederían Le Monde a un editor español.
Miguel Barroso, mamporrero de Sánchez, no tolera ni el más mínimo desviacionismo, ni en El País ni en la SER. Con dos comisarios políticos: Pepa Bueno y Angels Barceló
Ahora habrá que pensar en algo más sencillo: en que Vivendi mantenga el actual 9,3%, o poco más, o que haga negocio en ficción, que no en información.
Pero hay otros elementos de acracia en la gestión de las empresas, empezando por su presidente, el inquietante Joseph Oughourlian, del que seguimos sin saber a quién reporta.
Nuestro Joseph asegura ahora que no hay que separar la división de libros, Santillana, de los medios informativos. Entonces, campeón, ¿por qué nombraste dos consejeros delegados, uno para cada división, con gran alharaca mediática?
Un presidente de una empresa cotizada debe hacer de presidente, no de fenómeno social que utiliza su cargo para darse a conocer en el todo Madrid. No olvidemos que Prisa es una empresa que aún está en quiebra técnica.
El diario más vendido y y la emisora más oída de España han pasado a ser instrumentos de propaganda de La Moncloa
Ahora bien, luego está el apartado ideológico. Ese no va mal: va peor. Desde que tomó El País y la SER, Pedro Sánchez no tolera ni el más mínimo desviacionismo. El diario más vendido y y la emisora más oída de España han pasado a ser instrumentos de propaganda de La Moncloa.
Miguel Barroso, el mamporrero de Sánchez, ejerce un control de lápiz rojo en la casa. Con dos comisarios políticos: Pepa Bueno en El País y Angels Barceló en la SER.