Con dolor, insisto en que Pedro Sánchez no ha pacificado Cataluña ni ha solucionado el problema catalán: lo que ha hecho es enquistarlo y las votaciones de mañana domingo no servirán sino para perpetuar el enfrentamiento entre catalanes y de parte de Cataluña con el resto de España, me temo.

La razón es muy sencilla: Cataluña no necesita ni independizarse ni españolizarse. Lo que necesita es cristianizarse. El resto vendrá por añadidura.

Ahora mismo, el Principado es la tierra más paganizada de toda España. Allí he oído que el cristianismo es cosa de España y "de Rouco". Y es que han convertido el Procés en una religión... y de ahí no hay salida. 

Mucho me temo que Cataluña es hoy tierra de misión. ¿Como toda España? Casi, pero no tanto.

Encomendémonos a Nuestra Señora de Montserrat. Es la única que puede darle la vuelta a Cataluña.