A la vista de lo sucedido ayer en Cataluña, pienso que los independentistas hacen lo que deben de hacer, luchar por independizarse. Y lo hacen porque Mariano Rajoy no ejerce de Presidente porque no actúa y cuando lo hace, lo hace tarde y mal. Porque el cargo de Presidente de un país lleva consigo el riesgo de tomar decisiones, y también equivocarse. Va en el cargo, en el sueldo, en la hombría. Ampararse en la Ley para no hacer nada, solo procura retrasar las cosas y sobre todo enquistarlas, con todo aquello del pus, infecciones... Y es que la cicatería política del Gobierno en funciones ha demostrado que no resuelve el conflicto Catalán. Porque el 155 que aplicó, tiene menos rigor que las paralelas de Hacienda a un pobre ciudadano que quiere escatimar 700€ porque posiblemente los necesita para sobrevivir. Porque convocar elecciones a 2 meses de la aplicación del 155, no sólo no ha servido para nada, sino que los ha victimizado y se han reorganizado gracias a sus mártires exiliados o encarcelados. Y por último, y casi lo más importante, no ha cortado la cabeza de la máquina de adoctrinamiento como son TV3 y Radio Cataluña. Pero la verdad es que cada uno de los partidos con opción de poder gobernar son parte del conflicto para seguir teniendo conflicto. Los liberales progresistas -que lo son todos-, como buenos relativistas les importa una higa lo que pase con España porque solo les interesa el machito del poder y vivir afincado en él sea el que sea. No valoran la unidad de un país, ni las reglas del juego, porque si no fuera así, todos en bloque, izquierda y eso que todavía algunos llaman derecha, se hubiesen cerrado en bloque y echado a los falsarios libertadores de la independencia republicana catalana. Dice Rajoy no comprender el trastazo que se ha dado en Cataluña, ni el que se va a dar en toda España, y si no al tiempo. Dice que ha sacado a España del rescate económico, que ha levantado la economía del país y ha evitado el hundimiento de la banca. ¡Vale, bien, y las personas! Ni una palabra del sacrificio de cientos de miles de españoles, incluido el patrimonio de muchos; esto sin hablar del incumplimiento reiterado de sus promesas electorales; o cómo ha burlado la buena voluntad de muchos que le votaron pensando que desharía las impresentables políticas sociales de Rodríguez Zapatero, a las que incluso llegó a interponer recursos en el Constitucional; o la permisividad con leyes tan rematadamente injustas de movimientos ideológicos LGTB a las que respalda, apoya y promociona, muy especialmente su delfín Cristina Cifuentes; o la falta de sensibilidad en el invierno demográfico de España, que nunca ha sido tan helador, y no hay ni una sola política que trate de paliar en algo, como sí hace de forma local el alcalde de Alcorcón con el cheque bebé, verdadera herramienta que ninguno está dispuesto a poner en marcha. ¡Claro que ha fracasado señor Presidente, porque gobernar consecuentemente no es solo economía! Conclusión: todos los partidos constitucionalistas son parte necesaria -o actúan de facto- en la destrucción de España, porque es incomprensible que se hagan las cosas tan rematadamente mal. O son tontos o cobardes, o unos cobardes tontos. Que también puede ser. Cataluña Hispania (Libros Libres), de Javier Barraycoa. Un repaso a las realidades en las que los catalanistas independentistas montan sus mitos para creerse que tienen razón. Un repaso, incluso a veces divertido, de los falsos e hilarantes esperpentos de sus creencias, metidas a machamartillo desde sus adoctrinadores escolares y mediáticos. Historia de España. La realidad de la nación española (Sekotia), de Carmen Pérez Roldán. La autora hace un repaso desde el reconocimiento de la península hasta nuestros días. La idea de Pérez Roldán surge cuando descubre que los temarios de texto en los colegios se obvian interesadamente algunos aspectos de nuestra historia que son imprescindibles para reconocernos a nosotros mismos como individuos. Creo que se trata de un libro importante que pone a la luz aspectos oscurecidos por intereses ocultos, si no, no se comprende. La pasta nostra (Sekotia), de Xavier Horcajo. No está mal dar un repaso a este best seller de 2013, porque entre otras cosas fue el primer libro que descubrió a la luz pública los chanchuyos de los Pujoles, con datos, fotos, nombres propios, etc., que bien le valió al autor el ostracismo profesional de su tierra, que es Cataluña. Un libro que merece la pena releer. Sin duda le hará comprender mejor las sentencias. La de los 6,5 millones le parecerá poco... Humberto Pérez-Tomé Román @hptr2013
Sociedad
Cataluña: ¡Oh, capitán! ¡Mi capitán!
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