Nike ha contratado a la influencer trans Dylan Mulvaney, para promocionar un sujetador deportivo de la marca, lo que ha provocado un enorme revuelo en redes sociales, incluso peticiones de boicot a la firma. Dylan todavía no se ha sometido a una operación de cambio de sexo, por lo que realmente no tiene ninguna necesidad de utilizar un sujetador, algo muy criticado por algunas mujeres deportistas.

Es el caso de Sharron Davies, nadadora británica y plata en los JJOO de Moscú 1980: “Dylan está anunciando sujetadores deportivos cuando no hay nada que poner en el sujetador deportivo, cuando en realidad es muy importante que las mujeres obtengan el apoyo adecuado cuando hacen deporte”, afirmó.

“Las mujeres están siendo maltratadas con total desdén en este momento, particularmente en el mundo del deporte, donde la fisiología marca una gran diferencia”, señaló la medallista británica.

 

 

Precisamente, esas diferencias, junto a las innumerables protestas, llevaron a la Federación Internacional de Natación a restringir la participación de nadadoras trans en competiciones femeninas, en 2022. “Es muy frustrante. Damos dos pasos adelante con World Athletics y Swim England protegiendo el deporte femenino y luego Nike hace esto”, denunció Dylan.

Lo cierto es que no es la primera vez que la multinacional se sitúa en el centro del debate. Así, en 2017, la atleta Allyson Felix, once veces medallista olímpica, comunicó a Nike su deseo de ser madre y la firma redujo el patrocinio un 70%, recorte que Felix aceptó, pero con una condición: que Nike le garantizara por contrato que no sería castigada si no lograba los mejores resultados durante los meses anteriores y posteriores al parto. Por cierto, Felix se tuvo que someter a una cesárea de urgencia a las 32 semanas de embarazo porque tanto su vida como la del bebé corrían peligro. Al final, todo salió bien, pero Nike se negó al acuerdo, lo que provocó innumerables protestas e, incluso, una investigación del Congreso de EEUU.

Al cabo de unos meses, sin embargo, Nike cedió y anunció que pagaría durante 18 meses -incluidas bonificaciones- a las atletas que fueran madres.