Progresismo en estado puro: una célebre cantante francesa, Françoise Hardy, enferma de un cáncer linfático desde 2004 ha conseguido emocionar a Emmanuel Macron, que ha anunciado que, tras sacralizar el aborto y convertirlo en derecho constitucional, va a aprobar otra ley progresista: la eutanasia.
Evidentemente Emmanuel no la llama así, porque asegura que va a poner muchas restricciones para su acceso: reservado para mayores de edad, que la persona tenga un discernimiento claro, que tenga una enfermedad incurable con pronóstico fatal a corto o medio plazo y en cada caso se evaluará el sufrimiento físico y psicológico del paciente.
"Se trata de una ley de la fraternidad porque permite elegir lo menos malo cuando la muerte está a las puertas". No sé Emmanuel, a mi me suena a una ley de eutanasia exactamente igual a las aprobadas por el exclusivo club de países progresistas: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, España y Ecuador.
Cuando España aprobó su ley, lo dijimos: podemos echar un vistazo a qué ocurre con nuestros colegas criminales del resto de países y adivinar cómo acabaremos. En el caso español, hemos pasado de 59 eutanasias en 2021 a 260 en 2022.
Pero sin duda, el espejo donde mirarse, la bola de cristal a la que acudir, es el ejemplo belga. En Bélgica la eutanasia está descontrolada, y parece que no tiene ningún límite. Al hecho de que los casos se han multiplicado por más de 10 en 18 años, de 235 a 2.699 casos, lo que supone más de 7 muertes al día, se suma que aproximadamente la mitad de las enfermeras afirman haber practicado eutanasias sin petición explícita del paciente. Según datos oficiales ofrecidos por las autoridades del país, estos 20 años de eutanasia, se han cobrado 27.000 vidas. Y Bélgica va camino de convertirse en el primer país que permite la eutanasia en niños, sin requisito de edad. Además, cada vez se registran más casos en los que la eutanasia es a causa de cuestiones psiquiátricas, por ejemplo, por depresión.
Con este panorama, según informa la agencia Zenit, más de 3.400 belgas recibieron la eutanasia en 2023, un 15% más con respecto a 2022: destacar que el 71% de los pacientes tenían más de 70 años y el 42% tenían más de 80 años.
¿Lo peor? Según los últimos sondeos, el 70% de los franceses está a favor de una ley de eutanasia.