Acaba de finalizar la COP28 celebrada en Dubái, donde se ha acordado iniciar la salida de los combustibles, no su fin, y donde quien de verdad triunfó no fue el sultán Al Jaber ni Teresa Ribera, sino Ignacio S. Galán, presidente de Iberdrola. En esta Cumbre del Clima se ha vuelto a ver la hipocresía verde mundial, que ya se vio en la COP27 de Egipto, porque 70.000 delegados viajaron en 400 jets privados (los cuales quiere prohibir Greenpeace)… y hay que tener en cuenta que cada uno de estos jets contamina 11 veces más que un avión comercial.
En el programa ‘Horizonte’ del pasado jueves, se habló de la COP28 y varios tertulianos pusieron en evidencia que, una vez más, ha sido una “farsa” para quedar bien ante el mundo. Si ya causó polémica que se eligiera celebrarla en Dubái y que la presidiera el sultán Ahmed Al Jaber, jefe de la petrolera estatal Abu Dabi National Oil Company (ADNOC), también ha vuelto a ser objeto de crítica el excesivo uso del avión para llegar a dicha cita. De hecho, 70.000 delegados llegaron en 400 jets privados (entre ellos, Pedro Sánchez, que usó el caro y contaminante Falcon, cómo no).
Los líderes mundiales no se penalizan así mismos sino a la gente corriente que usa los aviones comerciales… y eso que el transporte sólo genera el 20% de las emisiones de CO2 mundiales
En dicho programa, el naturalista y divulgador medioambiental Álex N. Lachhein subrayó que un jet privado contamina 11 veces más que un avión comercial. Asimismo, Nicolás Rodríguez, de la consultoría Data&Behavior, refirió que un avión de Airbus o de Boeing suele transportar 164 pasajeros de media, mientras que un jet privado suele llevar a 2 o 3. Pero claro, los líderes mundiales no se penalizan así mismos sino a la gente corriente que usa los aviones comerciales… y eso que el transporte sólo genera el 20% de las emisiones de CO2 mundiales.
Rodríguez, con sus datos, ilustró que las emisiones de CO2 se han disparado un 523% en todo el mundo entre los años 1950 a 2022, destacando que las de China se han disparado un 11.300%, aunque también hay que tener en cuenta que la población ha pasado de 2.500 millones de personas a 8.000 millones de personas. Sólo entre los años 2000 y 2022, EEUU, UE y Japón han bajado sus emisiones, mientras las de China y el resto de Asia (destacando también a India) han subido. Por su parte, Lachhein subrayó que “hay déficit de CO2, el gas de la vida” y que “la masa forestal mundial se mantiene más o menos estable”.