El pasado mes de octubre, Pedro Sánchez -también conocido como Pedro ‘el valiente’- aseguró en sede parlamentaria que “muchas familias no tienen tantos hijos como antes porque no quieren”. “Es una decisión que, les guste o no a algunos, todos debemos aprender a respetar como sociedad. Por eso, nosotros creemos que la verdadera clave para superar el reto demográfico pasa también por gestionar e integrar el fenómeno migratorio”, sentenció.

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Estas declaraciones provocaron no poca indignación entre los españoles que poco antes habían manifestado lo contrario. Efectivamente, según el CIS, el 77,3% de los españoles manifestaron que no tenían hijos, no porque no quisieran, sino porque tenían medios económicos. Es más, el 58% de los que no tienen hijos manifestó que les hubiera gustado tenerlos.

Todo esto viene a colación por la estadística del INE publicada este jueves. La población española aumentó en 134.890 personas en el tercer trimestre y se situó en 48.946.035 habitantes a 1 de octubre de 2024. En los últimos doce meses, el aumento fue de 425.810 personas.

La clave fue la inmigración, ya que el número de nacimientos volvió a caer en el tercer trimestre. El número de extranjeros aumentó en 101.568 personas, mientras que la población de nacionalidad española -incluidas nacionalizaciones- aumentó en sólo 33.322.

Los colombianos fueron los más numerosos (llegaron 34.600), seguidos de los marroquíes (25.500) y los españoles (25.200). Además de llegadas, también hubo salidas. Los españoles, con 10.100, fueron los más numerosos, seguidos de marroquíes (7.600) y colombianos (6.600).

España roza los 49 millones de habitantes, pero no es una población joven, ya que cada vez hay menos nacimientos y eso no se resuelve con inmigración, sino fomentando la natalidad, por ejemplo, instaurando el salario maternal. La población nacida en el extranjero ya representa el 18,8% del total… y subiendo.