En Palma, un marroquí de 24 años ha sido condenado a cuatro años de cárcel por tocar el culo a una joven y rajarle la cara con una navaja en un local de Manacor de madrugada a finales de enero de 2023.

El acusado reconoció los hechos ante la sala y admitió ser responsable de un delito de agresión sexual y otro de lesiones. Inicialmente, la fiscalía reclamaba para él nueve años de prisión, pero ayer rebajó su petición de condena al apreciar la circunstancia atenuante de reparación del daño, ya que el sospechoso ha consignado el dinero de la indemnización.

Finalmente, el encausado no cumplirá la condena de cuatro años de cárcel porque la magistrada le ha suspendido las dos penas de dos años de prisión por un periodo de cuatro años en los que no podrá volver a delinquir y, además, deberá someterse a un tratamiento de educación sexual.

Silencio en este caso de las defensoras de la mujer como Ione Belarra que, sin embargo, por ejemplo, denuncian, en casos como el del asesinato del sacristán de Algeciras por un yihadista, que: "es miserable extender el odio contra un colectivo que ya está muy estigmatizado". 

Y así, llegamos a una reflexión en la que hemos insistido en Hispanidad: a quienes llegan a España de otros países hay que exigirles dos cosas: que respeten al país de acogida, su religión, y su cultura y a sus costumbres... y, en casos como este, a la mujer española... y también exigirles reciprocidad.