Algunos de nuestros maestros éticos más avanzados podrían escribir una nueva versión de Cuento de Navidad, una especie de Cuento anti-navideño. Pues el relato de Dickens tal vez les parezca, no una comedia de conversión, sino una tragedia de apostasía. Al comenzar el cuento, Scrooge sería un vegetariano de ideales elevados, y se alimentaría de gachas de avena, puras y sanas. Al terminar, ese mismo Scrooge, degradado ahora por la superstición y convertido en caníbal, conspiraría para asesinar a un pavo. Ese maníaco estaría ya tan moralmente depravado, que incluso sacaría de la calle a un niño para utilizarlo en la consumación del crimen. Empujaría incluso a sus empleados a hundirse cada vez más en la ciénaga de semejante inmoralidad, y obligaría a la familia caníbal de los Cratchit a ser más caníbales que antes. La eugenesia, que suele formar parte de esta ética, tal vez insinuase un pasaje reflexivo sobre el error de haber dejado nacer a Tiny Tim, y la conveniencia de corregirlo con celeridad, de manera discreta e indolora. En fin, podrían sacarse muchísimas moralejas de esta nueva historia. Además, acabaría de manera miserable; eso gustaría al espíritu optimista, progresista, del futuro.
*Extracto del cuento ‘El nuevo ataque contra la Navidad’, escrito el 27 de diciembre de 1919 por Gilbert K. Chesterton, y recogido en el libro ‘El espíritu de la Navidad’.