Hablamos de un mastín de unos 95 kilogramos cuidado por una mujer que no supera los 170 centímetros de altura. Bajo esta rúbrica, el Juzgado de Primera Instancia número 30 de Sevilla ha otorgado la custodia completa del imponente animal a la exmarido de la mujer, a pesar de la negativa inicial de éste a hacerse cargo del can.

Según ha explicado a Economist & Jurist Francisco Javier Valverde López-Cañete, el abogado de familia que ha llevado el caso, «esta sentencia establece un precedente vital para futuros casos de custodia de mascotas. Reconoce que el cuidado de un animal de gran tamaño no es comparable al de un perro pequeño y deben de ponderar quién es más apto para su custodia.»

Pero, ¿acaso alguien ha preguntado al cánido con quién quiere quedarse... con 'papá' o con 'mamá'? Porque, no olvidemos que las mascotas son 'seres sintientes': no serán considerados objetos y en caso de divorcio un juez decidirá "atendiendo al interés de los miembros de la familia y al bienestar del animal".

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Volviendo al caso que nos ocupa, la pareja contrajo matrimonio en julio de 2010. De esta unión nacieron tres hijas, menores de edad. Además, entraron a formar parte de la familia dos miembros más: primero un yorkshire, de unos 3 kg; y posteriormente un mastín, de unos 95 kg.

Tal como explica Ecomist & Jurist, este segundo perro, aunque eventualmente fue aceptado por la mujer, fue comprado e introducido en el hogar por el esposo después de una reconciliación familiar. Sin embargo, la situación cambió drásticamente poco tiempo después, cuando ambos cónyuges decidieron poner fin a su matrimonio divorciándose. Fue en este punto crítico donde surgió el conflicto: ninguno de los dos quería hacerse cargo del mastín.

Durante el juicio la dueña del perro expuso con gran detalle las numerosas complicaciones que enfrentaba al cuidar del perro en solitario, alegando que «sacar a pasear a un mastín dos veces al día va a acabar conmigo. Su tamaño, peso y fuerza, especialmente cuando se trata de controlar su comportamiento en espacios públicos, es imposible, tanto para mí como para las niñas». Una opinión también compartida por su abogado, quien ha declarado a este medio que «nuestra cliente lo ha pasado de pena durante los siete meses que ha durado el procedimiento contencioso. De pena. La desesperación ha sido diaria y su salud mental ha peligrado muchísimo«.

En base a estos argumentos, el Juzgado de Instancia ha decidido darle la custodia completa del can al hombre. Según la resolución judicial, «por lo que se refiere a las dos mascotas de la familia, yorkshire y mastín, se acuerda que la madre se quede con el cuidado del primero de forma permanente y el padre con el segundo, de forma que las menores podrán disfrutar de la compañía de ambas mascotas según estén con uno u otro progenitor.»