Durante la trágica DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que asoló la semana pasada buena parte del levante español, causando más de 200 muertos -en este momento la cifra asciende a 219 y la de desaparecidos a 93- por las terribles riadas que se desencadenaron, ocurrió un suceso digno de destacar.
Y fue el que protagonizó José Fabián Villena Lladosa, un laico adorador del Santísimo, que se lanzó a rescatar la Sagrada Forma de la Capilla de Adoración Eucarística Perpetua de Catarroja (provincia de Valencia, España).
En una entrevista en el canal El Rosario de las 11 p.m., José Fabián narra que a eso de las 5:00 a.m., y con el agua alcanzándole la cintura, apenas contó con “10 o 15 minutos” para rescatar al Señor: “Lo más importante era el Señor, había que sacarlo de ahí”.
Con la ayuda de otra persona, Domingo, otro laico que se encontraba allí, trasladaron el sagrario a un lugar seguro. “Al pobre [Domingo] le dio una pequeña descarga de electricidad". "No sabíamos qué hacer. '¿Pasamos, Fabián?'. 'Domingo, estamos con el Señor. ¡Que sea lo que Él quiera! Y al final pasamos para adentro", explica.
“Fue en esa mesa donde pusimos el Sagrario en un primer momento para luego rescatar la imagen de San José”, prosigue.
"En ningún momento temí por mi vida", confiesa Fabián, "yo sabía que estaba con el Señor". "En ningún momento pasé miedo por mi integridad física. A lo mejor era un poco inconsciente, pero sabía que estaba con el Señor. El copón estaba lleno de Hostias consagradas".
Estuvieron hasta las cinco de la mañana, aislados, sin luz, escuchando gritos en la calle. Fabián reconoce que le entró un poco de ansiedad y comentó con Domingo: "Necesito rezar. Yo pensaba en mi mujer y en mi hija, pero al mismo tiempo también en todas las personas que estuvieran en la calle. Hicimos una Coronilla, y al instante de hacer la Coronilla sentí una paz muy grande".
"Me siento un privilegiado del Señor", dice con la voz entrecortada por la emoción: "Hicimos lo humanamente posible. Lo más grande para mí, uno de los mejores regalos de mi vida", afirma mirando al sagrario, "rescatar al Santísimo".