La quinta edición del Foro Datagri celebrado en El Ejido (Almería), dedicado a la digitalización de la Agricultura, se inauguró el 10 de noviembre con la presencia del ministro de Agricultura, Luis Planas y el empuje de Cajamar, esa caja de rural de Almería que se ha convertido en el líder español del cooperativismo financiero agrario y saneadora de un montón de cajas rurales en crisis. Por ejemplo, ha saneado, sin ayudas públicas, las 9 entidades que componían el grupo de la Caja Rural de Valencia, a petición del Banco de España. El socialista Planas no dejó de alabar ¡a un banco! su labor en pro de los agricultores. O sea, de los que nos alimentan.

El Ejido, un desierto que hace medio siglo contaba con 3.000 habitantes y hoy supera los 100.000, se ha convertido en el puntal del agro español

Que Datagri se celebre en El Ejido es lógico. Hace medio siglo El Ejido era un desierto y ahora es un vergel, aunque el verde esté oculto bajo el gris de unos plásticos horribles. Pero resulta que esos son los plásticos que han permitido la supervivencia del agro y de muchos españoles.

La sección inaugural corrió a cargo del ministro de Agricultura del Gobierno, Luis Planas, quien no tuvo el menor escrúpulo en felicitar a Cajamar. Como se entere Ione, Luis, puedes tener un problema.

Planas habló del Brexit: 4.500 millones de euros exporta España al Reino Unido en productos agroalimentarios a pesar de haberse salido de Europa. Es el cuarto mercado del agro español.

Además, "los hibernadores solares de Almería no requieren gas" y apenas expulsan CO2

Ahora bien, el gran problema del campo español es que dos tercios de los agricultores españoles tiene más de 55 años y necesitan ayudas para adaptarse a la digitalización del campo. Uno diría que además de ayudas, necesitan hijos que continúen su labor. 

 El problema de la Agricultura sigue siendo el agua. Hay que desalar agua de mar y eso precisa muchísima energía. A día de hoy, sólo la energía nuclear puede conseguirlo

Eso sí, el ministro más sensato de todo el gobierno Sánchez vende las subvenciones publicas en el reto más importante que tiene la zona de El Ejido y cualquier otro espacio de producción agraria: el agua. En Almería, han convertido un desierto en un vergel, cierto, pero para aumentar la producción de alimentos necesitan más agua y la única solución es desalar. 

Ahí, Planas es esclavo de la contradicción verde en la que está inmerso el gobierno del que forma parte, porque la única manera de desalar agua de mar para emplear en la agricultura sin coste prohibitivo, es utiliza la energía nuclear. Pero el espantajo ecologista del Sanchismo le impide ni tan siquiera proponer algo parecido a la ecuación lógica e ineludible: megadesaladoras pegadas a centrales nucleares que aporten la energía necesaria para desalar a precios no prohibitivos.   

Por eso, cuando, ya en tono mitinero, Planas asegura que "El mundo gira y hay que girar con él... también mentalmente" es cuando el talentoso miembro del gabinete marra: no ministro, si la mente gira lo único que ocurrirá es que se coja un mareo de mucho cuidado. La mente, cuanto más reflexione, pero sedente, mejor que mejor.

El agua, más agua, es vital para que España siga exportando por valor de 65.000 millones de euros en alimentos. Esa es la cuestión.