A finales de agosto el Ministerio del Interior aseguraba a finales que el número total de presos extranjeros ha disminuido en los últimos quince años. Sin embargo, los datos recientes muestran que desde 2020 el número de reclusos extranjeros ha aumentado considerablemente, sobre todo en comparación con la población carcelaria de origen español
De acuerdo con datos adelantados por ABC, los extranjeros representan el 31,4% de los reclusos en España, triplicando su proporción en la población general, donde su presencia es del 12,7%. Es decir, que, mientras uno de cada mil ciudadanos españoles está en prisión, en el caso de los extranjeros la cifra asciende a tres. Además, el incremento ha sido más acelerado entre los extranjeros: en los últimos cuatro años, el número de reclusos de este colectivo ha crecido en 2.617 personas, superando con creces el aumento registrado entre los presos españoles.
Por comunidades autónomas, en Cataluña el 50% de los presos en esta comunidad son extranjeros. En Madrid, los extranjeros constituyen el 42% de la población penitenciaria, confirmando que en algunas comunidades autónomas su representación en las cárceles está muy por encima de la media nacional.
El colectivo marroquí, sin embargo, destaca como el grupo extranjero más numeroso en el sistema penitenciario español. Con 5.471 reclusos, representan el 29,5% de los presos extranjeros, una cifra que contrasta fuertemente con su presencia en la población general, que apenas alcanza el 1,9%. En términos absolutos, uno de cada tres reclusos extranjeros en España es de origen marroquí.
Un apunte, estamos hablando de población reclusa, es decir de presos, que ya están en la cárcel, pero en esas estadísticas no figuran los detenidos y aún no procesados, un factor que, de ser condenados, incrementaría esas cifras.