Desde el 11-M España ha sufrido la falta de independencia de los poderes del Estado y una triste complicidad en la lucha antiterrorista entre los dos partidos principales (PP y PSOE) con el que han logrado la paz de las armas a cambio de sacrificar la dignidad de las víctimas, cediendo en todo con tal de que no maten. Porque ver muertos en la acera provoca escándalo, pero sin embargo no importa la muerte de la razón, no importa la de la conciencia, no importa la muerte de la historia. Otro de los efectos colaterales es el olvido de la historia de España. Vivimos tiempos en que las promesas que se hacen solo sirven para llegar al poder. Una vez instalados en él se olvidan y se desprecia a los ciudadanos porque se sabe que su voto queda embargado para unos años. Recordarán aquellos ofrecimientos por parte del Partido Popular en que no cesaría su lucha para conseguir que supiera la verdad del 11-M y que, una vez encaramado al poder, no hizo absolutamente nada por esclarecer alguna duda de las que habían surgido después de lo juicios con Bermúdez al frente. Silencio. Ninguneo absoluto a las protestas de la subvencionada e izquierdista Pilar Manjón o a las protestas de los Peones Negros, que siguen luchando sin respaldo político alguno, siempre despreciados, habitualmente insultados y muchas veces vilipendiados porque quieren que se sepa la verdad. El terrorismo islámico, que es la realidad, se ha utilizado para despreciar al terrorismo doméstico y para ocultar el uso del terrorismo de Estado. Todo que empezó en los años '80: el GAL, con la anuencia del PP y el PSOE, lo han convertido en un modo de actuar que, aunque no se puede demostrar, la evidencia de los resultados lo manifiestan. Zapatero abrió la espita de liberar a etarras y Rajoy siguió la misma senda como un corderito. Los ciudadanos, lo único que sabemos a estas alturas es que el uso de los servicios secretos y de las fuerzas de seguridad del Estado son utilizados por los políticos como arma arrojadiza contra los demás partidos o se utiliza cómplicemente entre las partes para encubrir los actos inmorales y/o ilícitos. La ruina moral qué ha asolado a España desde las medidas de Zapatero en el campo social no han hecho más que profundizar en el agujero negro de la intelectualidad social, y debido a que después de Zapatero tampoco se ha modificado ni una sola de las leyes que propician la ingeniería social y que sin duda han supuesto el cambio de la sociedad española. Desde la ideología de género con leyes de corte homosexualistas y de feminismo radical, hasta la Ley de Memoria Histórica, que todas a la postre obligan a callar a los discrepantes bajo amenaza de multas o cárcel. El Gobierno actual, con Mariano Rajoy a la cabeza, no ha cambiado nada, ni las leyes para la familia en contra de la familia, ni algo que proteja el sistema jurídico y a la sociedad. Les animo a engancharse al último programa de SomosLibro donde se habla alto y claro sobre el misterio más misterioso del siglo XXI en España: El 11-M. Las recomendaciones de libros sobre este tema es amplia. Mucho se ha escrito y desde distintos puntos de vista. Hay para todos los gustos: ensayos, científicos, profesionales y novelas con la trama del 11-M como hilo conductor. Pasen y vean... Humberto Pérez-Tomé Román @hptr2013
Sociedad
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