La pregunta a formular a nuestros ensoberbecidos científicos actuales se formula así: ¿acaso has vencido al virus? La respuesta evidente -esta sí que es una "evidencia"- es: No. Entonces, ¿de qué te pavoneas?

Los vacunados con triple dosis que dan positivos, los vacunados ingresados y de paso contagiadores, variantes omicrones que resultan más contagiosas pero menos letales, cada día más dudas sobre la eficiencia de las mascarillas, enfermos de pánico e histeria más contagiosos que los del corona, mientras seguimos sin tener fármacos que curen, vacunas que realmente inmunicen, muchas preguntas por hacer -por ejemplo, ¿por qué nuestro sistema inmunológico tarda tanto en vencer al enemigo?- y una versión oficial que sigue anclada en el murciélago contagiador de Wuham entre las risas de todas, todas y todes... ¿de verdad la ciencia ha vencido al virus? ¿En serio? Señores científicos: un poquito de humildad. 

¿Qué me dicen de la histerizada Alemania, donde se ha mentido con las cifras para forzar la vacunación? Se ha mentido en el punto trascendental: cuántos vacunados ingresan en el hospital y cuántos vacunados contagian.  

Más, el famoso pasaporte Covid, otra burla que no sirve más que para que el dueño del bar tenga que cerrar: con tu certificado Covid irás... donde te dejemos ir.

Otros sí: la bolsa no baja por ómicron, baja por la histeria política que provoca Ómicron, que es distinto.

En cualquier cosa, ya lo dijo Chuck Norris (o algún cachondo o se lo atribuyó a él), Joé con estos negacionistas: siempre aciertan.

Y sí, si hay voces discrepantes, lo que ocurre es que, en materia de coronavirus, la discrepancia está condenada al silencio. Escuchen a Robert Roos, eurodiputado holandés criticar el secreto entre las firmas farmacéuticas la Comisión Europea, así como su advertencia de que no se escuche a los científicos que no quieren que se vacune a los menores.

Por cierto, que, ante su ineficiencia, el miedo a la vacuna aumenta. Mientras, el CIS de Tezanos recoge que el 52% de los españoles está a favor de la vacunación obligatoria.

Y todo esto se resume en esto que ocurrió en el programa de Ana Rosa: cosas del directo.