“Salud y República” se ha convertido hoy en saludo de pitorreo para derechona de colmillo retorcido, pero fue un saludo real durante la II República Española, que se caracterizó por lo mismo que se caracteriza el Gobierno socio-podemita: lo único que une a los coaligados PSOE, Podemos y separatistas varios es su cristofobia.
Por eso, los republicanos abandonaron el saludo ‘Adiós’ y lo sustituyeron por el de ¡Salud!
Pero una forma de cortesía no se queda ahí: refleja mucho y proyecta más. Y así es como enlazo con el coronavirus: aunque los muertos descienden y los contagios también, el Covid ha provocado, por miedo a la muerte, verdadero pánico, un nuevo dios: la salud personal. Un dios muy exigente en sacrificios de todo tipo y sobre todo, un ídolo tiránico al que le encanta imponer normas de todo tipo.
Una sociedad dominada por el pánico a la muerte no disfruta de la vida, sólo sobrevive
Y no lo olviden: las nuevas dictaduras se impondrán en nombre de nuestra salud, una mezcla de política sádica, que es la que se está imponiendo, y de gamberrismo impune. Porque el sadismo político no suele acabar en una sociedad disciplinada sino en la ley de la selva donde el fuerte se impone al débil. Lo que manda es el miedo a la muerte. Y lo malo es que una sociedad dominada por el pánico a la muerte no disfruta de la vida, sólo sobrevive.
Segundo: hay que liberarse de la mordaza del bozal, del tapabocas… de la mascarilla. Es imperioso que salga de nuestras vidas. Una sociedad embozada es una sociedad de esclavos que, encima, se esconde de sus compañeros de campo de prisioneros.