Gracias la cogobernanza de la que tan orgullosa se siente Carolina Darias, España habría vuelto a los reinos de taifas. Pero no se engañen: las comunidades autónomas siguen sin mandar un pepino. Tienen derecho al pataleo y poco más. Quien de verdad manda en esto de la pandemia es Moncloa. Y manda fatal. Pero a Moncloa le gusta que los barones regionales salgan en la tele y digan lo contrario, una apariencia de democracia realmente genial.
Así, la cogobernanza, o sea, Moncloa, ha decidido que la cuarentena de los que han dado positivo en Covid se reduzca de 10 a 7 días. No es para tirar cohetes pero, como ocurrió con el confinamiento, la razón para abandonar la histeria y volver a la normalidad cuanto antes no es una, sino dos:
- El desastre económico que suponen las cuarentenas, tanto por las bajas laborales como por la merma en el consumo.
- Que como no tenemos ni idea sobre este virus, tampoco está tan claro que la cuarentena sirva para detener la transmisión, más con un virus tan contagioso como éste.
Explosión de contagios. ¿Y qué?
Mas que encerrar a la gente y arruinarla, convendría jugar a contagiarse y a que nuestro sistema inmunitario actúe. Especialmente si resulta que el contagio de ahora es menos letal que el de la primavera de 2020. Y no me creo que sea menos letal por las vacunas. El ingreso de famosos previamente vacunados empieza a poner las cosas en su sitio. Sí, las vacunas ayudan pero no son la solución. Al virus no hay que contenerlo a costa de encerrar a las personas. Al virus hay que eliminarlo.
En el entretanto, sigue el estúpido aluvión de prohibiciones por toda la geografía. Aluvión de prohibiciones: somos una generación de sometidos ¿quieren dejar en paz a la gente?
Explosión de contagios. ¿Y qué? Mientras no haya explosión de UCIs y de muertes.
Y en cuanto oigan hablar al director general de la OMS, Tedros Adhanom, uno de nuestros peores ciudadanos, quiten la TV. Ahora nos anuncia un tsunami de contagios entre Delta y Ómicron -muy pedagógico esto del Covid, vamos a aprendernos el alfabeto griego-. ¿Y qué?