Lo mejor es que comiencen leyendo el artículo de Newsweek sobre el famoso doctor Fauci, el alabado científico que toda la progresía mundial enfrentó al patán de Donald Trump, el que pretendía bebiéramos lejía. Se mezclaron juicios y prejuicios. Los prejuicios eran los habituales en el mester de progresía, los juicios, sectarios y generalmente descendientes de un hecho falso habitual entre los progres. 

En cualquier caso, lo que podríamos llamar la doctrina Fauci se impuso en el mundo. Acogido por Joe Biden como el buen científico maltratado por el ignorante patán Trump, Fauci se convirtió en el oráculo de Delfos del Covid. Su palabra era canónica, qué digo, la esencia de la ciencia, la evidencia científica. 

Sin embargo, ahora resulta que una publicación progresista como Newsweek le lanza un pliego de acusaciones que ponen en solfa las verdades oficiales sobre el coronavirus, cuestiones que, desde el primer momento, constituyeron las preguntas sin respuesta de muchos sobre el virus, preguntas que las mentes bienpensantes, todas ellas progres, se empeñaron en aludir. 

Verbigracia:

1.El confinamiento de mister Fauci no funcionó. De eso sabemos algo en España, donde el señor Sánchez es responsable de uno de los confinamientos más estrictos… ¡que colocó a España a la cabeza del mundo en número de fallecidos!, sólo por detrás de Perú, en muertos por habitante, siempre en países comparables con el nuestro, no con San Marino, Andorra, El Vaticano, que es con quien nos comparaba otro insigne científico: Pablo Echenique.

Pues Fauci lo mismo en EEUU. Newsweek asegura que los encierros no ayudaron a salvar vidas. Viendo el ejemplo de España no me extraña.

2.Fauci optó por las vacunas y despreció la inmunización natural contra el Covid, cuando lo que está descubriendo la ciencia, ciencia sin prejuicios, es que la inmunización natural es más duradera que la artificial, que la vacuna. 

3.Pero Fauci continuó despreciando los tratamientos apostando por la vacunas, quizás porque él no puede equivocarse: es un científico. Por tanto insiste en vacunar a todas las edades, niños también, y a seguir vacunando a quienes ya han sido vacunados ¡Qué se yo, a lo mejor a la décima dosis la cosa funciona! 

Además, en este punto, Fauci sigue la técnica de todos los partidarios de vacunarse una vez por semana: ¿no quieres caldo? Toma dos tazas. No sólo por el número de dosis sino también por las evidencias científicas que aseguran que hay que vacunar a todo el mundo. 

El otro gran enigma del virus, que consiste en preguntarse por qué las vacunas llegan antes que el tratamiento, empieza a tomar fuerza en Reino Unido, un país pionero en vacunación que, sin embargo, se preocupa ahora por atajar el virus antes que por vacunarnos contra él. Por ejemplo, Boris Johnson se ha preocupado por el calcifediol, un producto curiosamente originario de Córdoba

Pero recuerden, gracias a gente como Fauci y también a las autoridades sanitarias europeas, si tratabas de investigar sobre los tratamientos te convertías en un negacionista antivacunas, que es muy grave. Seguro.

Y es tal la histeria generada por el coronavirus que, vean un ejemplo, hasta una pasajera de un vuelo se niega a sentarse en el lugar que le corresponde porque a su lado viaja un hombre que no se ha vacunado.

Por cierto, hablando de vacunas, la periodista Cristina Martín Jiménez se pregunta: ¿Quién se podría esperar que empresas que han mentido una y otra vez para ganar dinero fueran a hacerlo con la #vacunacovid19?