Empieza a abrirse camino, en eso que se llama comunidad científica, que el virus, por sí mismo, no por medio de vacunas ni de medicamento alguno, empieza a perder fuerza. El cuadro adjunto parece demostrarlo. 

Mascarilla japonesa de colores: se ilumina cuando, en la oscuridad, se encuentra con el coronavirus ¡es hermoso! 

Pero la histeria sigue porque claro, si las infecciones aumentan pero no la gravedad de las mismas, ¿estaríamos ante otro escenario, no? Pues no se crean, el miedo es libre y, más que libre, es irracional. Además, cuando cunde el pánico se tarda tanto en evacuarlo que hasta te da tiempo para forjar una tiranía con una inmensa mayoría de borregos acobardados y sumisos. 

Israel la tercera dosis no frena las infecciones, Esperemos que frene las defunciones

Y el lavado de cerebro continúa: acabo de ver en RTVE la científica evidencia de un spot donde aparecen dos niños que animan a vacunarse para poder abrazarse. Y un titular del mismo medio público que incoa los hechos de esta forma: "Los padres ya están pidiendo que se vacune a sus hijos".  Como en Argentina...

Tómenlo con buen humor: una mascarilla japonesa de ilumina cuando, en la oscuridad, se encuentra con el coronavirus. No se crean: ni le saluda

Y la chifladura llega a todos los sitios. Por ejemplo, a la diócesis de San Francisco, donde el obispo de la capital, Salvatore Cordileone ha sido vetado en una de sus iglesias por no estar vacunado. Sólo una pregunta, hay muchas razones, y así lo ha expuesto la propia Iglesia, para aceptar la vacuna. Ahora bien, pedirle a un obispo que no visite sus parroquia por no estar vacunado. Hay cristianos a los que al parecer, importa más el cuerpo que el alma. Otro ejemplo, en la catedral de Colonia, guardas vigilan la entrada pidiendo el pasaporte del Covid para entrar a misa.

Guardas en la catedral de Colonia pidiendo el pasaporte del Covid para entra a misa

¿Conexiones entre las autoridades sanitarias y las multinacionales farmacéuticas que se están lucrando con la pandemia, sobre todo Pfizer? Nooooooo. Ver cuadro...

Mascarilla japonesa de colores: se ilumina cuando topa con el virus: ¡Hermoso, muy hermoso! 

Israel, abanderado mundial de la vacuanología: la tercera dosis no frena las infecciones. Esperemos que frene las defunciones.

Tómenlo con buen humor: una mascarilla japonesa de ilumina cuando, en la oscuridad, se encuentra con el coronavirus. No se crean: ni le saluda.