Aunque todavía no es definitivo, todo apunta a que el Tribunal Constitucional insistirá en que el segundo Estado de Alarma decretado por el Gobierno Sánchez atentaba contra los derechos constitucionales. Todavía hay quien piensa que el TC exagera, por ejemplo, el ministro Bolaños defiende que en los estados de alarma que está tumbando el Constitucional: "La limitación de derechos fue mínima". Pues la verdad es que la limitación fue algo más que mínima, porque toda la política de Pedro Sánchez durante la primera oleada -la realmente mortífera- del Covid consistió en encerrarnos a todos en casa. Es decir, se cargaron el derecho a la movilidad. Ahora bien, si eliminas el derecho a moverte libremente, también estás anulando un montón de derechos anexos: expresión, reunión, manifestación, libertad religiosa, etc.
Los contagios bajan… y seguimos sin saber por qué
Naturalmente, la decisión del Tribunal Constitucional no va a servir de nada. Por ejemplo, nadie le va a pagar al comerciante que quebró lo perdido con la quiebra, ni nadie le va a resarcir porque le hayan estropeado la vida. Pero, al menos, servirá para que en la próxima ocasión se lo piensen mejor.
¿Cómo evoluciona el virus? Pues hombre, no muy mal, bajan los contagios y se resisten a bajar, aunque también bajan, las muertes. Eso sí, la histeria colectiva no ha bajado ni un poquito pero, sobre todo, seguimos sin saber, año y medio después, por qué baja y por qué sube. Dicho de otra manera, a día de hoy nadie podrá asegurar que el próximo mes no vuelvan a subir las infecciones.
En cualquier caso, el presidente del Gobierno nos ha explicado muy bien la situación sobre la vacunación. Recuerden que se negó en su momento a decretar la vacunación obligatoria, entre otras cosas porque habría podido provocar un estallido social. Pero este jueves a dado un paso más. Don Pedro ha aclarado que la vacunación "es un derecho, pero también un deber". ¿Lo cogen? Si no te vacunas estarás asesinando a tus prójimos o a tus lejanos. Mucho me temo que cuando suban las exigencias de vacunación, segunda, tercera, cuarta dosis y en nombre de la solidaridad, nos obligarán a vacunarnos o a consumir cualquier otro invento de Pfizer, Moderna, Jansen, etc.
Por cierto, que un juzgado de Madrid ha abierto diligencias contra Salvador Illa por las mascarillas defectuosas. Investigan un posible delito contra la salud pública de los trabajadores durante los primeros meses de la pandemia.