Era uno de los paradigmas vigentes en los tercios de Flandes: sólo es libre el hombre que no tiene miedo. Pero aquí hay mucho miedo al Covid, justo ahora que omicron desaparece... o eso parece.
Mire usted, nos estamos volviendo hipocondriacos... y blanditos. Para los aprehensivos, no hay enfermedad leve.
Y está ocurriendo algo más objetivo y más grave: la alianza entre los poderosos que desean una población atemorizada, el histérico mundo mediático que exagera los síntomas y califica de negacionista cualquier intento de imponer un mínimo de sentido común y los Google y redes sociales varias. ¿Se trata de una conspiración? No, se trata de algo mucho peor: un consenso. Contra la conspiración se puede luchar, contra el consenso de lo políticamente correcto, no hay forma.