Insisto, ante el caos y el miedo, buen humor: Observen a don Bill Gates, de profesión y vocación multimillonario, buscando investigaciones científicas en el trasero de don Anthony Fauci, el Fernando Simón norteamericano. En un mundo de miedos hasta las cochinerías pueden resultar simpáticas.
O este otro mensaje que llega por las redes: no toso, no tengo fiebre y no tengo erupciones cutáneas en ninguna parte de mi cuerpo. ¿Podría tener viruela de mono asintomática?
Última coña: Pfizer anuncia que lanzará la vacuna del mono. Otra investigación rápida y exitosa.
Noticias: el Gobierno Sánchez no vacunará a los menores de 40 años contra la viruela del mono. Yo, como aquel ciudadano indio, que presumía de haberse vacunado 12 veces.
Lo más divertido: Tedros Adhanom aprovecha el pánico global a pedir más poder y más dinero para la OMS. Es muy probable que en poco tiempo declare que la viruela del mono, al igual que el Covid, es pandemia global. Con ello, Adhanom consigue más poder y más dinero, porque en cuanto una enfermedad es considerada global, don Tedros puede obligar a todo el mundo a hacer lo que él quiera. Se convierte en el médico global y los médicos tienen mucho poder sobre sus pacientes.
Vamos que don Tedros se convierte en un tirano global, Lo cual que es un peligro en sí mismo, pero es que, además, este tirano resulta muy siniestro.