El presidente brasileño Jair Bolsonaro ha pedido que se divulguen los nombres de los que han hecho la vacuna para niños.
Sólo las mentes calenturientas logran establecer una hilazón lógica en el proceso de vacunación y de restricciones
Yo también me apunto a la petición. El lavado de cerebro de buena parte de la población mundial y de la mayoría de los españoles lleva a muchos padres, no sólo a vacunar a sus hijos sino que, además, presionan para que se obligue a los 'padres rebeldes' para que se vacune -con una terapia experimental- a sus hijos a partir de los cinco años... da miedo.
Mientras, el ministro de Sanidad canadiense se quita la careta: es igual que estés vacunado con todas las dosis, doble, triple o cuádruple-: tendrás que seguir confinando, en interiores y exteriores, obligados a cumplir todas las restricciones que queremos imponerte.
NAVIDAD🎄 Canadá🇨🇦
— Emily Habsburg (@emily_habsburg) December 21, 2021
¿Con las 2 dosis es seguro ver a mis abuelos?
Sanidad: No aconsejo el contacto social aún incluso con personas que tengan todas las dosis; mejor en exterior, con distancia y con mascarilla…
¿Así o aún más claro? 🤦🏼♀️pic.twitter.com/bMLFiNcNeX
Con la vacuna no basta -esto es, que nos mintieron-, con las mascarillas tampoco. Con nada basta. Pero ¿es que no te das cuenta, animal de alfalfa, de que el objetivo no es curarte sino dominarte? E insisto: lo mismo me da si a ese objetivo se ha llegado por conspiración o por consenso. El consenso aún me asusta más.
Lo más hiriente: la vacunación infantil... semiforzosa
El miedo es libre, me dicen como explicación a toda la locura Covid. No, el miedo no es libre: es irracional y bastante estúpido. Lo más hiriente: la vacunación infantil... semiforzosa.
¿Quieren la prueba del nueve de todo el artificio en que se ha convertido el Covid? Aquí la tienen: La Sexta, voz de la progresía, se pregunta si se debe invitar a cenar a un no vacunado. Ahora, como dice el mensaje: ¿Se imaginan ustedes que esas mismas preguntas se hicieran, no sobre un no-vacunado Covid sino sobre un afectado por el Sida? Estaría ya en prisión por delito de odio y homofobia.
Y, ojo, porque el coronavirus empieza a entrar de lleno en la cultura de la muerte. Ejemplo: en Nueva Zelanda, el Ministerio de Sanidad, ha abierto la vía a aplicar la eutanasia y el suicidio asistido a enfermos de Covid-19.