The Walt Disney Company ha anunciado que renuncia a la apuesta woke (ya saben, el último meneo ideológico del progresismo), pero no lo hace por el bien de la infancia, sino por razones económicas. Acumula unos cuantos fracasos en taquilla con películas como Lightyear o Mundo Extraño, donde apostaba demasiado por el adoctrinamiento de niños (o “corrupción de menores”, como prefiere referir el líder de Vox, Santiago Abascal) y un desplome del 25% de su valor en bolsa durante los últimos cinco años.
A todo esto se suma que el adoctrinamiento respecto al tema trans le parecía demasiado. Así se reflejó con la retirada de una historia trans en la serie animada de Pixar Win or Lose (Ganar o Perder, en Hispanoamérica; o En la victoria o en la derrota, en España), que tiene previsto estrenar el próximo 19 de febrero en la plataforma de streaming Disney+. Asimismo, cabe tener en cuenta que la barbaridad trans ha generado recelos en el apoyo que muchas compañías brindaban hasta el momento al lobby gay y se ha podido ver, por ejemplo, en los bancos españoles Santander, BBVA y Caixabank. Además, estamos en pleno reflujo mundial, pues Toyota, Ford, Harley-Davidson, Jack Daniel’s, John Deere y Walmart han dejado de apoyar la agenda LGTBI.
El CEO del gigante de ocio y entretenimiento, Bob Iger, quiere ahora que la prioridad sea “entretener” y “no guiarse por una agenda”, como ha referido en una reciente reunión con inversores. Por ello ha defendido que el objetivo principal debe ser ofrecer contenido que una a su audiencia, en vez de dividirla. Al hilo de esto, cabe recordar que en el evento D23 celebrado hace cinco meses, Iger refirió que “el mundo necesita entretenimiento ahora más que nunca y nos tomamos muy en serio esa responsabilidad”.
En los últimos años, se ha dado preferencia al adoctrinamiento de niños según los postulados del Nuevo Orden Mundial (ideología de género y ateísmo, principalmente) en lugar del mero entretenimiento
Claro que no siempre ha sido así en los últimos años, sino que se ha dado preferencia al adoctrinamiento de niños sobre los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM). Estos últimos se pueden resumir en ideología de género (feminismo, homosexualismo, personajes no binarios... e incluso un incipiente tema trans... al que recientemente se ha renunciado) y en ateísmo (mucho panteísmo, nada de Dios ni de lo espiritual e incluso se ha apostado por la normalización del satanismo y por dar protagonismo del demonio). Se llegó a reconocer la existencia de una agenda LGTBI en contenidos, como se vio en las películas Mundo extraño y Lightyear, pero que no lograron mucho éxito en taquilla, de hecho, la primera llegó a tener una pérdidas de 197 millones de dólares (unos 193 millones de euros al tipo de cambio actual); y The Acolyte incluyó jedis negros y brujas lesbianas que se auto-inseminan... y no gustaron nada a los fans de la famosa saga de Star Wars. En panteísmo, destacan Avatar y El Rey León; sin obviar que en Frozen 1 se prohibió la palabra Dios, o la negación de lo espiritual que hubo en Elemental. Otra muestra reseñable se vio en Del revés 2, donde al igual que en la primera, se volvió a patinar en lo del ‘Sistema de creencias’, como si la religión pudiera ser simplificada y minimizada,.. pero que cerró 2024 como la película de animación más taquillera de la historia al recaudar unos 1.471 millones de euros. Claro que el ateísmo no sólo se ha podido ver en los contenidos animados, sino también en la película autobiográfica biográfica Tolkien, donde se marginó el catolicismo del autor de El hobbit, El Señor de los Anillos y El Silmarillion. A todo esto se suma que tanto adoctrinamiento y apuesta woke ha dado varios ejemplos de la necedad de lo políticamente correcto, como los enanitos creados por ordenador… para no ofender en la nueva película de Blancanieves.
En todo este contexto, tampoco hay que perder de vista que Iger (73 años y que cumplirá 74 el próximo 10 de febrero) está en la línea de salida: será relevado en 2026 y Disney espera anunciar el nombre de su sucesor a principios de dicho año, pues su contrato acaba en diciembre de 2026. La búsqueda del nuevo CEO será la principal tarea del nuevo presidente, el empresario y financiero australiano-estadounidense James Patrick Gorman (66 años), quien asumió el cargo el pasado 2 de enero, tres días después de dejar de ser presidente ejecutivo de Morgan Stanley.
Cabe insistir en que en la factoría de Mickey Mouse faltan ideas, pese a que ahora quieran dar prioridad a entretener: tienen poco contenido original y demasiadas secuelas de películas tanto en versión animada como en versión humana... e incluso sobre algunos personajes (habrá una sobre el Príncipe Encantador de Cenicienta, tras las películas de Cruella, Campanilla, etc.) y sigue estirando la saga de Star Wars... Además, no es baladí el regreso de Donald Trump a la presidencia de EEUU a partir del próximo día 20: muchas empresas progres (Google, Microsoft, Meta, OpenAI y Amazon) han donado 1 millón de dólares para la toma de posesión e incluso Meta (matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp que dirige Mark Zuckerberg) ha eliminado a los verificadores y ha referido que la lucha contra la desinformación no persigue bulos sino que es censura.