A The Walt Disney Company le está saliendo bastante cara su apuesta por la agenda LGTBI, el progresismo, la perversión de menores (“corrupción de menores”, como la denomina el líder de Vox, Santiago Abascal) y la necedad creciente (ahora hasta promueve ‘hombres menstruantes’). Y es que sigue con su sangría en bolsa, donde su cotización ha perdido casi la mitad de su valor en el último año.
El gigante de ocio y entretenimiento suma una nueva polémica -y ya lleva unas cuantas-. Ahora por mostrar a una persona transexual dando consejos sobre menstruación y a un hombre que se enamora de otro en la serie de dibujos animados Baymax, que emite en la plataforma de ‘streaming’ Disney+, como informa Aciprensa. Este medio alude a que ahora promueve ‘hombres menstruantes’, otra necedad que se suma a que considera racistas Dumbo, Peter Pan, Los aristogatos o La dama y el vagabundo, las ha colocado una advertencia aludiendo a que esos estereotipos que muestran estaban equivocados e incluso las ha llegado a retirar de su catálogo.
En el episodio 3, el robot encuentra a una niña en un baño para todos los géneros que afronta su primer periodo menstrual y va a una farmacia, donde pregunta qué producto debe comprar a varias personas, entre ellas, a una mujer biológica que se identifica como hombre y viste una camiseta con la bandera transexual. Todo muy sencillo
Se trata de una serie que sigue parte de la estela iniciada en la película Big Hero 6 (o Grandes Héroes en Hispanoamérica, que se estrenó a finales de 2014 y en principio, en España se iba a titular 6 héroes), aunque ahora introduciendo la agenda LGTBI y también algo de necedad progre, cómo no. Big Hero 6 era una película familiar que contaba la historia de Hiro Hamada y cómo investiga la muerte de su hermano mayor, Tadashi, y aprende a superarla con la ayuda, entre otros, de Baymax, un robot diseñado por Tadashi para cuidar a la gente. De hecho, se notaba mucho la huella de profesionales de los antiguos estudios Pixar: tenía como productor ejecutivo a John Lasseter y como guionistas a Robert L. Baird y Daniel Gerson (responsables de Monstruos S.A.).
Sin embargo, ahora la serie animada Baymax estrenada este año ya no es un contenido inocente ni familiar, sino más bien otro reflejo de los postulados del Nuevo Orden Mundial (NOM) que tanto sigue la factoría de Mickey Mouse y que se resumen principalmente en ideología de género (feminismo y homosexualismo) y ateísmo (mucho panteísmo y nada de Dios). En su episodio 3, el robot Baymax tiene que ayudar a una niña que se encuentra en un baño para todos los géneros y afronta su primer periodo menstrual (un tema que, curiosamente, ahora le interesa mucho a Disney, pues es también el principal de la película animada Red). El robot va a una farmacia y pregunta qué producto debe comprar a varias personas, entre ellas a una mujer biológica que se identifica como hombre y viste una camiseta con la bandera transexual, que le recomienda unas toallas higiénicas. Y en otro episodio, Baymax ayuda a un hombre a invitar a una cita a otro, diciéndole, entre otras cosas: “Tu pulso y los latidos de tu corazón se han acelerado. Tu glándula pituitaria está secretando hormonas”. ¿Olvidan que se dirige a niños?
En otro episodio, Baymax ayuda a un hombre a invitar a una cita a otro, diciéndole, entre otras cosas: “Tu pulso y los latidos de tu corazón se han acelerado. Tu glándula pituitaria está secretando hormonas”. ¿Olvidan que se dirige a niños?
Esta nueva polémica llega tras la surgida por el beso lésbico que aparece en Lightyear, película que ha sido un fracaso en taquilla. En concreto, ha sido el peor estreno de los estudios Pixar desde Cars 2 -la cual llegó a los cines en julio de 2011-: recaudó 85,6 millones de dólares (83,7 millones de euros al tipo de cambio actual) en su primer fin de semana y no hay que olvidar que se hizo con un presupuesto de unos 200 millones de dólares (195,5 millones de euros). Además, la película se ha prohibido en 14 países musulmanes y en China, ha despertado rechazo en otros (Ecuador, Guatemala...) y entre numerosos padres y personas: así ha quedado patente en grupos de WhatsApp, en una recogida de firmas en Italia -ya lleva más de 41.850- y en una petición de la plataforma CitizenGO -donde más de 229.800 personas ya se han comprometido a no ver películas LGTB-.
Y ojo, porque a pesar de perder valor en bolsa, Disney no renuncia ni a su agenda LGTBI ni a su adoctrinamiento, porque a finales de 2020, su CEO, Bob Chapek, anunció 50 estrenos donde no faltarán ejemplos de la agenda LGTBQ y desde diciembre de 2021 tiene como presidenta a Susan E. Arnold, quien además es lesbiana. El próximo noviembre Walt Disney Animation Studios estrenará Strange World (Un mundo extraño), una película de dibujos animados que presentará el primer romance adolescente abiertamente homosexual de la compañía, como informó Aciprensa. Además, en la agenda LGTBI se incluirá a los estudios Marvel, que contarán con su primer Spider-Man homosexual (llamado Web-Weaber) en la próxima entrega de cómics de este superhéroe lanza telarañas. Y ojo, no hay que olvidar que Disney también impulsa la cultura de la muerte al financiar abortos: pertenece al grupo de multinacionales que pagan gastos de viaje a empleadas para abortar.