Fuentes dentro de la administración Biden han confirmado "un avance insidioso hacia posiciones pro-prostitución", informa C-Fam

Este “deslizamiento” fue visible en las negociaciones de la ONU a principios de este año, así como en el lanzamiento del informe anual sobre trata de personas (TIP) del Departamento de Estado.

En el lanzamiento del informe en julio, el secretario de Estado Antony Blinken rompió con administraciones anteriores y se refirió a la prostitución como "trabajo sexual". Al hablar de las víctimas de la trata, Blinken dijo que "muchas se ven obligadas a dedicarse al trabajo sexual comercial".

En mayo, en el transcurso de un debate de seis semanas en las Naciones Unidas sobre una resolución sobre el VIH / SIDA, Estados Unidos guardó silencio sobre la inclusión de un lenguaje para despenalizar la prostitución, algo a lo que muchos países se opusieron, añade C-Fam. 

El aparente apoyo de la administración Biden para despenalizar la prostitución ha provocado la ira de una amplia gama de defensores de los derechos humanos.

El aparente apoyo de la administración Biden para despenalizar la prostitución ha provocado la ira de una amplia gama de defensores de los derechos humanos

"El término 'trabajo sexual' es un eufemismo para el comercio sexual y el sistema de prostitución", se lee en una carta dirigida a miembros del Congreso de 207 defensores y organizaciones, incluidos 77 líderes sobrevivientes de los 50 estados y el Distrito de Columbia.

“Acuñado en la década de 1970 por un movimiento con intereses financieros y políticos en la promoción del comercio sexual, el término 'trabajo sexual' está diseñado para incorporar y normalizar los daños de la prostitución y borrar sus vínculos inextricables con la trata con fines de explotación sexual. El término se usa para promover la teoría de que la prostitución es un trabajo como cualquier otro, y un llamado a leyes que legalicen y despenalicen el comercio sexual, incluidos los actos de proxenetismo, posesión de burdeles, compra de sexo y "turismo sexual”, recoge C-Fam. 

La carta, enviada a los líderes demócratas y republicanos de los comités de Relaciones Exteriores del Senado y de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, era un llamamiento para frenar el aparente cambio de política del Departamento de Estado de Biden, que los dos comités supervisan.

La carta también expresa preocupación por una referencia en el informe sobre la trata de niños que se refiere a los niños como trabajadores sexuales. "Según las leyes federales e internacionales de EE. UU., cualquier persona menor de 18 años en el comercio sexual es, por definición, un niño víctima de trata sexual".

La carta concluye pidiendo a los legisladores "que se aseguren de que el término 'trabajo sexual' nunca se vuelva a utilizar en declaraciones orales y escritas, informes y otra documentación oficial”, recuerda C-Fam. 

El movimiento de la Administración Biden para despenalizar la prostitución no debería ser una sorpresa total. La vicepresidenta Kamala Harris brindó su apoyo para legalizar la prostitución como candidata presidencial de 2020, concluye C-Fam.