Para Ada Colau: "los negocios de souvenirs devalúan la imagen (de la ciudad) y expulsan el comercio de proximidad…". Mientras, en 2019 la alcaldesa cedía un puesto a DIOMCOOP, la asociación de exmanteros que según denunció la presidenta de Valents y candidata a la alcaldía de Barcelona, Eva Parera, el gobierno de Colau y PSC se dedican a financiar “de forma sistemática y sin concurso público”. “Desde 2017, el Ayuntamiento de Barcelona ha dado a este colectivo, proveniente de una actividad ilegal, más de 1,5 millones de euros a través de tres convenios”, denunció Parera

Es decir, que Colau coloca a los manteros, que practican la venta ilegal y perjudican con su actividad ilícita a los comerciantes -por ejemplo, los propietarios de negocios de venta de souvenirs- que pagan religiosamente sus impuestos municipales para poder vender sus productos, como referentes de la economía social, solidaria y de proximidad.

De todo ello deducimos que la economía social para Colau es igual a premiar a quienes venden ilegalmente en detrimento de quienes lo hacen conforme a las normas. Y también a quienes roban la propiedad intelectual de grandes marcas y falsifican sus productos.

Lo más surrealista es que el Ayuntamiento obliga a los pequeños comerciantes a pagar impuestos para poder vender. Y a los primeros, les regala un puesto en el mercado de Navidad. Cosas de la economía social, siempre según Colau.