España presenta la mayor tasa de ninis, jóvenes que ni estudian ni trabajan, después de Italia. Entre los países europeos 17 de cada 100, es decir, el 17%,  está en esta situación frente a menos del 14% en la Unión Europea. Claro, que siempre pueden utilizar el argumento de que no hay trabajo, dado que el paro aumentó en 24.826 en agosto (+0,93%) y España, naturalmente, sigue liderando el desempleo en Europa. Y el desempleo de los jóvenes menores de 25 años ascendió en el mismo mes de agosto a 3.919 personas (+2,13%) respecto al mes anterior, hasta los 187.597 jóvenes. 

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Pero, volvamos al último informe Panorama de la Educación de la OCDE, según el cual nuestro país no se beneficia -en cuanto a resultados- ni de tener más horas de clase que el promedio de los países desarrollados ni de nuestras mayores tasas de escolarización temprana. En esta edición, el informe se centra en la educación terciaria o superior (FP de Grado Superior y estudios universitarios), y se compara con la situación en la OCDE y en los 22 países de la UE incluidos en la organización.

Más datos del informe: el 27,7% de jóvenes españoles de entre 25 y 34 años solo tenía estudios básicos (sin llegar a Bachillerato o su equivalente en Formación Profesional) en 2021, es decir, más de un millón de jóvenes, el doble de la media de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que es del 14,1%, mientras que la media en los países de la Unión Europea es de 11,8%. 

Pero, ahí tenemos a RTVE -siempre positiva, nunca negativa- optimista en sus titulares: "El 27,7% de los jóvenes españoles solo tiene estudios básicos, el doble de la media de los países de la OCDE". Menudo consuelo. 

No obstante, -destaca el ente público- aunque el dato no es bueno, supone una mejora significativa con respecto a 2011, cuando ese porcentaje se situaba en el 34,6%, casi 7 puntos de diferencia. El 23,6% restante tiene titulación de segunda etapa de educación secundaria, por debajo de la media OCDE (39,4%) y UE (42,3%).

Y aún hay más motivos para el optimismo de la cadena pública porque, el 60,5% de los jóvenes con estudios universitarios son... mujeres. Del 40% restante, no tenemos noticias sobre su ocupación o desocupación. 

Pero, ahí tenemos a RTVE -siempre positiva, nunca negativa- optimista en sus titulares: "El 27,7% de los jóvenes españoles solo tiene estudios básicos, el doble de la media de los países de la OCDE". Menudo consuelo

A pesar de este panorama, que no cunda el pánico, porque Marisu ya a advertido a las CCAA del PP 'rebeldes' en la aplicación de la Lomloe: "Todo el mundo tiene que cumplir la ley Celaá". Es decir, la norma que implica: asfixiar a la educación concertada, incentivar la vagancia, perversión de la infancia y eliminación de la demanda social, es decir, del derecho de los padres a decidir cómo educan a sus hijos.

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Y mientras, aquí tenemos la solución de la Lomloe al desastre educativo en España: evaluar las pérdidas que han sufrido los alumnos a todos los niveles por las medidas puestas en marcha por los países en los pasados años para frenar la pandemia es esencial para afrontar sus consecuencias, así como -atención- ayudar psicológicamente a los alumnos afectados.

Ya lo decía la ministra Celáa: no se debe traumatizar a los alumnos con éxamenes y pruebas continúas, porque, además, durante la pandemia se han esforzado y han estudiado ya que tenían miedo. Lo que no sabemos es exactamente de qué: ¿del Covid? ¿de los exámenes? ¿de la ley Celáa?