Según la Circular 4/2022 del Ministerio de Educación de Buenos aires. los docentes deben desarrollar las actividades de enseñanza y realizar las comunicaciones institucionales “de conformidad con las reglas del idioma español, sus normas gramaticales y los lineamientos oficiales para su enseñanza”.La medida, según se aclara en la resolución, “aplica únicamente a los contenidos que dictan los/as docentes en clase, al material que se le entrega a los/as estudiantes y a documentos oficiales de los establecimientos educativos”.
Desde el Ministerio afirmaron que esta decisión se tomó como consecuencia de los resultados en Lengua obtenidos por los estudiantes en las evaluaciones realizadas tras la pandemia. En conferencia de prensa tanto la ministra de Educación, Soledad Acuña, como el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos, Horacio Rodríguez Larreta (Propuesta Republicana) defendieron la prohibición. “A partir de ahora, los docentes en la ciudad de Buenos Aires tienen que respetar las reglas del idioma español. Tanto cuando están frente al aula como cuando se dirigen a sus familiares. En la escuela hay que respetar el idioma español”, dijo Rodríguez Larreta.
Por su parte, la ministra de Educación, Soledad Acuña, aclaró. “No estamos persiguiendo ni es una caza de bruja; queremos enseñar mejor para que los chicos aprendan. No les pedimos permiso a los sindicalistas, tomamos decisiones sobre evidencias y consultando a especialistas”.
Para argumentar su decisión, el gobierno francés esgrimió que el lenguaje inclusivo le parecía «un obstáculo para la lectura y la comprensión de la escritura» -igualito que en España-. Por esa razón el ministro de Educación Nacional, Juventud y Deportes francés, Jean-Michel Blanquer, anunció que el ejecutivo galo prohibía dicho lenguaje los colegios franceses.
En el documento publicado, Jean-Michel Blanquer se dirigía a los rectores de la academia, a los directores de la administración central y personal del Ministerio de Educación Nacional y señalaba que «debería prohibirse el recurso a la denominada escritura inclusiva, que utiliza notablemente el punto medio para revelar simultáneamente las formas femenina y masculina de una palabra usada en masculino cuando se usa en un sentido genérico».
El titular de Educación señaló como un argumento más para la prohibición «la imposibilidad de transcribir textos verbalmente con este tipo de escritura dificulta la lectura en voz alta y la pronunciación, y en consecuencia el aprendizaje, especialmente para los más pequeños».