Lo explica mejor que bien Aciprensa: los secretariados de Enseñanza de la Archidiócesis de Valencia y de los Obispados de Orihuela-Alicante y Segorbe Castellón denuncian que “no se puede hablar de ‘calidad educativa’ ni de ‘educación integral de la persona’ sin un adecuado reconocimiento y, por tanto, también presencia horaria, de la asignatura de Religión y Moral Católica”.
Así lo afirman junto a otras instituciones educativas de fundamento católico con las que forman la Junta de la Mesa de Educación en Libertad, movimiento social de oposición a la octava reforma de la ley educativa en España en cuarenta años.
Esta plataforma, publica Religión en Libertad, está conformada por organizaciones valencianas como la Universidad Católica de Valencia, CEU San Pablo Valencia, FCAPA, CECE Valencia, Escuelas Católicas Comunidad Valenciana, y los secretariados de Enseñanza de las Diócesis de Valencia, Orihuela-Alicante y Segorbe-Castellón.
De este modo, esta Junta denuncia que “la especificidad de la asignatura de Religión y Moral Católica requiere de la necesaria colaboración y diálogo entre la administración educativa y los responsables de cada confesión religiosa en la medida que una desarrolla la norma marco mientras que los otros son responsables del currículum y del profesorado que la imparte”.
Sin embargo, las autoridades, en este caso la Generalitat valenciana, han ignorado una y otra vez las peticiones de diálogo y de una reunión solicitadas repetidamente por las diócesis valencianas. “Hemos perdido la oportunidad de dialogar sobre unas instrucciones que van a influir en la configuración de la asignatura y los profesores de Religión y Moral Católica. Como todo lo que se refiere a esta octava reforma educativa en democracia, consideramos que el proceso no ha sido el adecuado”, agrega la Junta de la Mesa de Educación en Libertad.
Además, denuncian que se ha reducido el horario de la asignatura al mínimo lo que “imposibilita un desarrollo adecuado” del temario.
“No se puede hablar de ‘calidad educativa’ ni de ‘educación integral de la persona’ sin un adecuado reconocimiento y por tanto también presencia horaria de la asignatura de Religión y Moral Católica. Materia que creemos contribuye a desarrollar autonomía y espíritu crítico desde la visión cristiana y que hace explícita la dimensión trascendente de todo ser humano. Una materia que enriquece el conocimiento de nuestras raíces, que da sentido al presente, que da respuesta a las preguntas más profundas de la persona, y que potencia todo lo bueno y noble que hay en el corazón del hombre repercutiendo en un bien común para nuestra convivencia social”, insisten.
Por otro lado, la alternativa a Religión será la llamada “atención educativa”. Estas organizaciones consideran que “la voluntad del legislador de dejar sin una asignatura espejo la clase de Religión y Moral Católica, ha sustituido la anterior asignatura de valores éticos por una llamada “atención educativa” cuya propia definición es tan abierta que nadie sabe muy bien de qué se trata”.
Ante tal situación, la Junta de la Mesa de Educación en Libertad hacen un importante recordatorio: “Creemos que presupuestos ideológicos personales o de gobernantes no pueden estar por encima al derecho de los padres a la educación integral de sus hijos”.
Y por ello, espera que algún día se tengan en cuenta estos cinco puntos:
1- La dignidad de esta asignatura y la igualdad con el resto de materias fundamentales sin depender de preferencias ideológicas o políticas.
2- La valoración del trabajo de los docentes y su formación permanente para estar actualizados y acordes a cada tiempo.
3- La igualdad de condiciones académicas para las familias y alumnos que, en su derecho, No como favor, escogen libremente, a pesar de las dificultades Religión y Moral Católica.
4- La transparencia en el fondo y forma del tratamiento de esta materia.
5- La madurez para superar las preferencias personales o ideológicas para el bien común de todos los alumnos, tanto de los que libremente la escogen como de aquellos que no lo hacen.