Decíamos en Hispanidad que Educación proponía a las comunidades prohibir el móvil en Primaria y Secundaria... A la vez, que nos preguntábamos ¿Por qué hace menos de un mes no y ahora sí, señora Alegría? ¿Qué ha cambiado? ¿Ha sido acaso por iniciativas como la de dos profesoras que recogieron 63.000 firmas para que los menores "no tengan su propio móvil", o la preocupación de los padres ante la dependencia de sus hijos a estos dispositivos?

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Pero, eso sí, la respuesta tiene que ser unánime entre las Comunidades Autónomas. Y es que, actualmente, tal como recoge La Razón, ante la ausencia de una legislación nacional, solo algunas regiones limitan su uso en los centros educativos. Castilla-La Mancha fue la primera que vetó en 2014 el móvil en las aulas y después se le sumaron Galicia y Madrid. En el resto de las comunidades es el centro el que tiene la capacidad de decisión dentro del marco de su autonomía organizativa, pedagógica y de gestión.

Según recoge La Gaceta de la Iberosfera, en el caso de Murcia -al igual que en Galicia- la comunidad ha prohibido desde este lunes el uso del teléfono móvil en los centros educativos: Así no estarán permitidos para los alumnos durante la jornada escolar, entendida como el espacio de tiempo que incluye el horario lectivo, tiempo de recreo y los periodos dedicados al desarrollo de las actividades complementarias y extraescolares, salvo que esté expresamente previsto en el proyecto educativo del centro con fines didácticos.

Se entenderá también como uso el hecho de mantener operativos dichos dispositivos. Asimismo, en las normas de convivencia, los centros podrán limitar su uso en otros periodos, actividades y espacios de su competencia.

Las instrucciones apuntan que se permitirá el uso de estos dispositivos a los alumnos que lo requieran por razones de necesidad y excepcionalidad, conforme a lo dispuesto en la normativa de convivencia del centro.