Las doce Comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular avanzan hacia una selectividad común. La PAU (Prueba de Acceso a la Universidad) que propone el PP sigue el decreto del Gobierno en lo que respecta a la estructura de la prueba. Es decir, pruebas de 90 minutos de “saberes básicos”, con un ejercicio único por materia, aunque en algunos apartados se podrá elegir entre varias preguntas y tareas. Los ejercicios podrán requerir respuestas cerradas, pero también semiconstruidas o abiertas. En este caso, la puntuación alcanzará, como mínimo, un 70%.
En cuanto a los criterios de corrección, las faltas de ortografía penalizarán hasta 2 puntos en Lengua y Literatura, y hasta 1 en el resto de asignaturas. Además, en lo referente a la redacción, coherencia, cohesión y presentación del ejercicio, se podrán deducir hasta medio punto si se detectan problemas en estas áreas, incluidas la incorrección léxica y gramatical.
Esto no es baladí, dado que, según el informe PISA, los alumnos españoles son cada día más burros. Es decir, los estudiantes españoles han tocado fondo en Matemáticas y Ciencias, obteniendo los peores resultados académicos de su historia. Y, ojo, porque por rregiones, las hay que han caído en picado, como es el caso de Cataluña, que pierde 31 puntos en Matemáticas desde 2015, el equivalente a curso y medio escolar de retraso, o el País Vasco, que desciende 25 puntos en Lectura, lo que vendría a ser casi un curso.
Y, en cuanto a contenidos, otro aspecto relevante, de cara a la Selectividad, en Historia se estudiarán los actos terroristas y la vertebración de España. Recordemos que el Gobierno Sánchez está a vueltas con la Selectividad: Historia no tendrá examen obligatorio, pero ahora servirá, por lo menos, para subir nota. Y, que los creadores de hay que estudiar la guerra del 36 en vez de Guerra Civil, la memoria histórica o la "España plurinacional" en vez de "España" propusieron en su día la eliminación de los contenidos de la Historia de España anterior a 1812.