Según 'El País' la educación va -no como una moto, que eso es para la economía- de maravilla. Prueba de ello, que la repetición de curso alcanza mínimos históricos en la escuela... En otras palabras, el alumno prototipo del Gobierno Sánchez, vago, ignorante -pero muy sensible- se implanta con éxito en España. 

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He aquí la exposición de 'El País' sobre tan buena noticia: "la tasa de estudiantes repetidores ha vuelto a caer en España, según los datos correspondientes al pasado curso publicados por el Ministerio de Educación. Lo ha hecho con fuerza, sobre todo, en primaria, donde ha bajado casi a la mitad (del 2,1% al 1,1%), situándose en el nivel más bajo de la serie histórica. Menor incluso que en el curso extraordinario de la pandemia, el 2020-2021, en el que las administraciones educativas acordaron flexibilizar las reglas para compensar el cierre durante tres meses de los centros escolares. En la Educación Secundaria Obligatoria (ESO), se ha reducido de forma más moderada (del 7,6% al 7%), y en Bachillerato lo ha hecho en un punto (del 6,9% al 5,9%)".

Pero, tranquilos, porque organismos internacionales y expertos llevan años advirtiendo a España de que sus niveles de repetición son muy elevados, situados entre los más altos de la Unión Europea -no como en el caso del paro, España continúa siendo el país con más paro de toda la OCDE, pero ahí no pasa nada- pese a que la evidencia muestra que la medida no mejora normalmente la trayectoria académica de los chavales repetidores (más bien al contrario), Resulta muy caro para el sistema educativo (que podría dedicar esos fondos a medidas más útiles -por ejemplo, insistimos en Hispanidad a no asfixiar a la concertada cuyo alumno le cuesta al Estado 3.000 euros, la mitad del de la pública), y se aplica de forma socialmente injusta (un alumno pobre con el mismo nivel en matemáticas y ciencias que uno rico repite cuatro veces más en España, según mostró el último informe PISA, la evaluación internacional que organiza la OCDE, en diciembre). A este respecto, en Hispanidad nos hemos preguntado en más de una ocasión: ¿Por qué el pobre tiene más facilidad para repetir curso que el rico? ¿Es más tonto?

Pero, claro, ya lo decía doña Isabel Celáa, precursora de la 'magna' ley que lleva su apellido y que tantos logros está cosechando: si los alumnos repiten mucho... pues suprimimos las repeticiones. Pedir más esfuerzo no es progresista.

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Por cierto, señores de El País, del informe PISA, mejor no hablar dado que mostró que los alumnos españoles son cada día más burros. Los estudiantes españoles obtienen los peores resultados de la última década en Ciencias, Matemáticas y Lectura... dato mata relato.

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Y ojo, porque no debemos olvidar el horizonte educativo al que tendemos en España: 17 de cada 100 jóvenes en España son 'ninis' (ni estudian ni trabajan) y, que de aquellos que estudian, tal como estamos viendo, la ley Celáa intenta hacer unos alumnos vagos, e ignorantes, el panorama es muy alentador.

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